Arnaitz GORRITI
saski baskonia

Aterrizaje forzoso en la realidad diaria

Diot lideró un Valencia Basket que desnudó las lagunas defensivas baskonistas.

VALENCIA BASKET 99

SASKI BASKONIA 91


No todos los días salen las cosas bordadas. Después de la exhibición frente a Fenerbahçe, Saski Baskonia regresaba a la realidad en una plaza tan complicada como La Fonteta, con la dificultad añadida de la baja por lesión de Shengelia. Tampoco es que el cuadro taronja realizara el mejor partido de su vida, pero les bastó con la mejor versión de Diot para que el Baskonia sufriera un aterrizaje forzoso con la realidad diaria.

Se quejó Sito Alonso de la falta de intensidad continuada de los suyos, porque cada vez que se acercaban en el marcador, llegando a empatar a 73 dentro del último cuarto, Valencia Basket apretaba un poco, y desnudaba las lagunas y carencias defensivas del cuadro gasteiztarra. Diot «dio de comer» a sus compañeros, y jugadores como Rafa Martínez, Oriola, Kravtsov o Sastre –todos ellos con 10 o más puntos, amén de los 28 del base francés– hurgaban en los errores defensivos gasteiztarras, que tan enojado pusieron al bueno de Sito Alonso.

Jugando al ritmo equivocado

En primer lugar, se notaron las menos de 48 horas de lapso entre partido y partido. No es excusa, pero explicaba en parte el inicio algo arrastrado de los gasteiztarras. Bargnani se olvidó de su modo más genial y ofreció un partido en los que erraba en ataque y en defensa no llegaba. De buen inicio, fue Tillie el autor de los seis primeros puntos del Baskonia, mientras que su rival se iba acostumbrando a la ausencia de Dubljevic por lesión haciendo buen uso del gigante ucranio Kravtsov, y de su capacidad para hacer daño en el bloqueo directo central.

La intensidad defensiva tampoco se parecía al del viernes. Antoine Diot llevó el peso del ataque estático valenciano, y ni Larkin ni Rafa Luz lograban que el partido se dejara de jugar al ritmo que quisiera el base galo. Quizá un triple de Larkin, quizá una suspensión de Voigtmann, pero poco más ofrecía un Baskonia que, tras el 17-16 con el que terminó el primer cuarto, tardó dos minutos y medio en mover su marcador –22-19, triple de Larkin–, y otros cinco en volver a anotar –32-21, canasta de Beaubois–. En el ínterin, un parcial de 10-0 taronja con San Emeterio penetrando con comodidad, al igual que Rafa Martínez.

Por fortuna, una vez quitado el tapón a la canasta, el cuadro baskonista también empezó a meterlas. Además, Valencia Basket llegó a perder ¡15! balones en la primera mitad; acabaría el partido con 22 pérdidas.

Técnicas y reacciones

Una técnica a Pedro Martínez supuso un respiro para los gasteiztarras. Un triple frontal de Voigtmann dejaba el marcador 38-32 a 11 segundos. Por desgracia, Diot replicaba con la misma moneda, dejando el luminoso en 41-32 camino de vestuarios.

Esta manera de hacer la goma fue la tónica de la segunda mitad. Defender el bloqueo directo fue un dolor, ya que Valencia Basket siempre halló el modo de hacer daño. Oriola reinó en el tercer cuarto, y Rafa Martínez en el último. El catalán se metió en un extraño jardín, ya que al señalársele una técnica, permitió al Baskonia sumar puntos fáciles y empatar a 73.

Pero entonces llegó un parcial de 10-2 para los taronjas, con un Rafa Martínez motivado y acertado. Con Diot mandando en la cancha, Valencia Basket logró un colchón imposible de revertir por parte de un Baskonia que ya piensa en su duelo de mañana en Milán, donde deberán endurecer bastante esa defensa.