Con su primera victoria en Brasil, Lewis Hamilton mantiene la esperanza de desbancar a su compañero de escudería, Nico Rosberg, en la última prueba del mundial que se disputará en Abu Dabi. Los doce puntos de ventaja que mantiene el actual líder le obligan a conseguir la tercera plaza en dicha prueba, caso de que el británico volviese a ganar allí.

Pudo ser peor para el piloto alemán, muy conservador en carrera y con continuas quejas por el estado del circuito, pues se vio beneficiado por una mala decisión de Red Bull, quien arriesgó mediada la carrera con neumáticos intermedios, una maniobra que se demostró totalmente desacertada, lo que les obligó a volver a poner gomas de lluvia extrema, perdiendo un tiempo maravilloso.

De hecho, el gran animador de la prueba en su tramo final fue Max Verstappen, con una remontada increíble –adelantamientos arriesgados incluidos–, que al final le permitió subir a los cajones por detrás de los Mercedes. De no haber cometido el error con los neumáticos, y con un monoplaza que se amoldaba a la perfección a las adversas situaciones climatológicas, el holandés –aunque nacido en Flandes– podría haber obtenido un mejor resultado, si bien demostró bien a las claras que es el piloto del futuro.

Carrera accidentada

La prueba de Interlagos fue de todo, menos tranquila. La incesante lluvia que cayó sobre el circuito brasileño provocó accidentes, entre ellos el del emocionado ídolo local Felipe Massa, la salida en varias ocasiones del safety car y hasta dos banderas rojas que hicieron pensar incluso en la suspensión de la carrera –una opción que bene- ficiaba claramente los intereses de Rosberg–, entre los abucheos de un público que aguantó estoicamente bajo el agua.

Todos esos inesperados parones llevaron a que las 71 vueltas recorridas agotasen prácticamente con las cuatro horas que establece el reglamento como tiempo máximo para la disputa de cada carrera. Durante ese tiempo, Hamilton dejó claro que va a dar guerra hasta el último momento y corrió de manera muy inteligente, no permitiendo en ningún momento que nadie le superara. El nombre de Abu Dabi, literalmente padre de gacelas, viene que ni pintado para decidir quién será el piloto más rápido en 2016.