A dos meses de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca y ponga en marcha su anunciada política contra los acuerdos globales y con un François Fillon, favorito para las presidenciales francesas,que quiere redefinir las relaciones con la Unión Europea, la canciller alemana, Angela Merkel, se mostró ayer como la garante de los acuerdos multilaterales.

En su primera intervención tras confirmar que se presentará a la reelección, Merkel garantizó que Alemania no se encerrará en sí misma, sino que buscará reforzar sus alianzas con EEUU y sus socios de la UE. En el debate presupuestario en el Bundestag, sostuvo que Alemania «no puede resolver sola los problemas del mundo» y reiteró su apuesta por el multilateralismo.

La canciller lamentó la retirada de EEUU del tratado comercial transpacífico (TTP) anunciado por el próximo presidente estadounidense, Donald Trump. «No estoy contenta con que el tratado transpacífico no vaya, probablemente, a llevarse a cabo», declaró. «No sé a quién beneficia. Solo sé que habrá otros acuerdos comerciales y no tendrán ni los estándares de este acuerdo ni los del acuerdo de libre comercio alcanzado entre Europa y EEUU (TTIP)», amenazado de ser enterrado definitivamente. Trump anunció el martes que retirará a EEUU del TTP, firmado en 2015 por una docena de países de la región Asia-Pacífico, entre los que no se encuentra China. Barack Obama había hecho de este tratado un pilar clave de su estrategia en política exterior, centrada en esta región. En su lugar, Trump quiere negociar tratados bilaterales que, a su juicio, recuperarán los empelos y la industria «sobre suelo americano».

En el mismo sentido, Merkel aplaudió la reciente firma del tratado de libre comercio entre la UE y Canadá (CETA). «Solo puede haber un acuerdo de libre comercio con EEUU a un nivel similar», insistió.

La canciller reconoció recientemente las dificultades para que el TTIP, impulsado por ella misma y por Obama, pueda aprobarse según lo previsto, y al que la elección de Trump ha dado el golpe de gracia.

A la vez, recalcó su rechazo a los «populismos», en un momento en el que la ultraderecha de AfD avanza en el escenario político alemán. En el mismo debate, la portavoz de Die Linke –principal partido de la oposición– Sahra Wagenknecht, advirtió de que son las desigualdades sociales las que fomentan el populismo y, frente al optimismo de Merkel, afirmó que «en Alemania crece la desigualdad y la inseguridad social y con ello los resultados de AfD».