El británico Lewis Hamilton (Mercedes) necesita ser rápido si quiere tener opciones de arrebatar el liderato del Mundial a Nico Rosberg en esta última carrera del año que se disputa en Abu Dabi. Si quiere sumar su cuarto entorchado mundial, Hamilton necesitará que su compañero se vea afectado por un problema mecánico o que otros monoplazas alejen al piloto alemán del segundo y del tercer puestos, que le permitirían retener el primer lugar del campeonato.

El inglés parece habérselo tomado en serio, ya que ayer golpeó primero en la sesión de entrenamientos y lideró las dos tandas cronometradas. Tanto necesita ser rápido, que hasta tuvo que ser sancionado con 1.000 euros tras la primera sesión por superar el límite de velocidad en la calle de garajes. Lo hizo a 90,5 kilómetros por hora.

En la primera sesión el inglés dominó con un registro de 1:42.869, casi cuatro décimas más rápido que Rosberg, segundo. En la sesión de la tarde, la más parecida en condiciones a lo que será la carrera, con temperaturas más bajas en el atardecer de Abu Dabi, la diferencia fue de apenas 79 milésimas.

El holandés Max Verstappen (Red Bull) fue tercero en la primera sesión con un tiempo casi calcado al de Rosberg, mientras que en la segunda fue el tetracampeón alemán Sebastian Vettel (Ferrari) el que se aupó a ese tercer lugar con los neumáticos ultrablandos. No obstante, el germano terminó la segunda sesión reportando problemas en su caja de cambios, lo que podría ocasionarle alguna sanción en caso de tener que reemplazarla en el GP.