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ALEPO

Evocan una tregua en Alepo en medio de denuncias de atrocidades

Varios grupos rebeldes salafistas anunciaron un acuerdo para la inminente evacuación de los civiles y de combatientes del este de Alepo tras la mediación de Turquía con Rusia. El acuerdo, que no fue confirmado por otros grupos rebeldes, coincide con denuncias de ejecuciones sumarias de civiles por parte de las fuerzas progubernamentales y de la detención de miles de jóvenes para alistarlos en el Ejército y enviarlos a la guerra.

Fuentes rebeldes anunciaron en la tarde de ayer un acuerdo de tregua para la evacuación de civiles y de combatientes de Alepo Oriental que se haría efectivo en torno a la medianoche.

El acuerdo habría sido alcanzado bajo el patrocinio de negociaciones entre Rusia y Turquía, sostenes respectivamente del régimen de Damasco y de la rebelión pero que mantienen un deshielo creciente en sus relaciones bilaterales.

Yasser al-Youssef, de la oficina política del grupo rebelde Noureddine al-Zinki, de tendencia salafista pero adherido oficialmente al Ejército Sirio Libre, anunció que primero se permitirá la salida de los civiles y de los heridos, y posteriormente la de los combatientes rebeldes pero solo con sus armas ligeras.

«Los que salgan elegirán ir al oeste de la provincia de Alepo o a la provincia vecina de Idleb», añadió Al-Youssef.

Una fuente de Ahrar al-Sham, influyente grupo rebelde también salafista, confirmó el acuerdo y concretó que los civiles y los rebeldes serían evacuados a bordo de autobuses.

Rusia, cuyo embajador confirmó el anuncio de tregua, ponía como condición que los rebeldes no salieran con su armamento. Grupos rebeldes rechazaban ser enviados a Idleb al considerarlo no seguro y exigían poder ubicarse en las zonas rebeldes rurales de la provincia de Alepo.

Divisiones entre los rebeldes

Por contra, el portavoz del grupo Fastaqim Kam A Umirt, Omar Saqar, otra de las facciones rebeldes de Alepo, dijo a Efe por teléfono que «hay negociaciones pero por el momento no hay nada en firme».

Este grupo forma parte de la coalición Fatah Halab (Conquista de Alepo), en la órbita de los Hermanos Musulmanes y adherida al ESL pero alejada de posiciones salafistas.

Informes sobre el terreno denunciaron recientemente que el grupo Fastaqim, uno de los de mayor capacidad de combate en la ciudad de Alepo, ha sufrido ataques y saqueos de sus arsenales por parte de grupos salafistas y de sus aliados yihadistas del antiguo Frente al Nosra, lo que ayudaría a entender el rápido desplome de Alepo Oriental. El Ejército sirio, con el empuje inestimable de Hizbulah cantaba ya victoria.

Los bombardeos cesaron durante el día y los rebeldes controlaban poco más de un distrito (3 a 5 kilómetros cuadrados).

Turquía reivindica su papel mediador ante su amigo ruso

El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, había anunciado una intensificación de los contactos con Rusia para buscar una solución «a esta tragedia humanitaria».

Ankara, que se ha guardado muy mucho de denunciar la participación rusa en la ofensiva en Alepo, se ha limitado a denunciar las «masacres del régimen y de sus apoyos». Más aún, Cavusoglu reivindicó la mediación de Turquía con Rusia e Irán y criticó sin citarlos a los países «hipócritas».

La ONU denunció ejecuciones sumarias de al menos 82 civiles, incluidas mujeres y menores, a manos de fuerzas progubernamentales y de la milicia chií iraquí de Harakat Hizbulah al Nujaba (Movimiento de Nobles del Partido de Dios) y convocó de urgencia al Consejo de Seguridad a instancias del Estado francés, cuyo presidente, François Hollande, denunció la «lógica de la venganza y del terror del régimen sirio» y «la peor tragedia humanitaria del siglo XXI» pero reconoció «tardanza a la hora de reaccionar en el plano político».

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció que 6.000 jóvenes huidos del este han sido confinados en barracones militares para ser alistados y enviados a la guerra y que los que se han afeitado la barba recientemente son detenidos como sospechosos.

100.000 civiles seguirían aislados y sin saber cómo ni a dónde huir en los escasos reductos rebeldes. GARA