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La suspensión en Alepo del acuerdo de evacuación agrava el drama

La dramática situación de decenas de miles de personas cercadas en Alepo en cinco kilómetros cuadrados controlados por los grupos rebeldes se vio agravada por la suspensión del acuerdo de evacuación, cuando ya esperaban escapar de los bombardeos y el hambre. A última hora el Gobierno y la oposición anunciaron un nuevo acuerdo.

El acuerdo para evacuar los cinco kilómetros cuadrados donde los rebeldes sirios y unos 1000.000 civiles se encuentran cercados por el Ejército y milicias afines en Alepo solo supuso unas horas de descanso en los bombardeos, que ayer volvieron a reanudarse con intensidad causando el pánico. Los habitantes atrapados en unos pocos barrios huyeron aterrorizados de las calles en busca de un refugio.

«La situación es horrible. Los heridos y muertos siguen en las calles, nadie se atreve a retirarlos. El bombardeo es continuo. Nadie puede moverse. Es indescriptible», relataba el militante Mohamad al Jatib.

Los activistas opositores temen, además, ser ejecutados cuando entren las fuerzas de Al Assad.

Pocas horas antes, los civiles aún tenían la esperanza de ser evacuados del enclave rebelde. Algunos quemaban sus vehículos para evitar que cayeran en manos del régimen.

Para todos ellos, la salida es sinónimo de pérdida. «El barrio, la casa, los recuerdos, no volveré a verlos sino en sueños. No hay regreso posible. No volveré nunca a Alepo», afirmaba el corresponsal de la agencia AFP.

Ante un hospital los cadáveres yacen en el suelo porque nadie acude a identificarlos o llevárselos hace dos días.

Además de los bombardeos y de la desesperanza, los habitantes se encuentran hambrientos por la penuria sufrida desde el comienzo del asedio del Ejército el pasado mes de julio.

Una multitud esperaba la evacuación durante horas con sus escasos bienes con temperaturas cercanas a los cero grados. La mayoría solo se alimentan de dátiles desde hace días. Familias enteras pasaron la noche en las calles, con niños escasamente abrigados y soportando la lluvia y miles de habitantes esperaron en vano montar en los transportes que los sacaran de allí.

Condiciones de Irán

Pero la evacuación no llegó y lo que parecía el fin de la batalla de Alepo y la pérdida para la rebelión de la parte oriental donde resistía desde 2012 quedó, al menos de momento, en el aire. El acuerdo había sido alcanzado entre Rusia y Turquía, que apoyan a los bandos enfrentados pese a su reciente acercamiento diplomático.

Moscú acusó a los rebeldes de haber comenzado de nuevo las hostilidades mientras que Ankara culpó a las tropas del régimen sirio y sus aliados.

La veintena de autobuses que debían hacerse cargo de los evacuados desde las 3.00 GMT permanecieron estacionados en el sector de Salaheddine, en manos del Gobierno. Mientras, las negociaciones continuaban entre Damasco, Moscú, Teherán y Ankara. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, volvió a hablar con su homólogo ruso, Vladimir Putin.

Y mientras seguían los bombardeos se anunció un nuevo acuerdo, según afirmó Abdul Salam Abdul Razak, portavoz militar de Nour al Din al Zinki, uno de los grupos armados de la zona rebelde de Alepo Fuentes de Jaha Shamiya, otra milicia presente en la ciudad, ha detalló que la evacuación de los civiles y combatientes comenzaría hoy a las 6.00 (hora local). Una fuente del Gobierno confirmó el acuerdo e indicó que, a cambio, se evacuará también a los 15.000 civiles que hay en las localidades de Foua y Kefraya, en Idleb, de mayoría chií y asediadas por los rebeldes. Los grupos insurgentes se habían negado en un principio a esta evacuación, exigida por Irán, y respondieron al asedio de Alepo bombardeando ambas localidades.

«Nosotros no aceptaremos eso hasta que salga el último combatiente de Alepo», había apuntado previamente el líder del Ejército Libre Sirio (ELS), general Ahmed Berri, que no obstante insistió en que las negociaciones continuaban. También el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, culpó a Irán de condicionar la evacuación de Alepo a la de esas dos ciudades.

A su vez, fuentes gubernamentales sirias acusaron a los insurgentes de haber intentado aumentar el número de personas a evacuar en Alepo de 2.000 a 10.000.

Escudos humanos y ejecuciones

En esta situación de bloqueo, grupos rebeldes impedían a los civiles dejar los barrios asediados y los utilizaban como escudos humanos, según denunció la Comisión de Investigación de Siria, un órgano independiente creado por la ONU para recoger pruebas de violaciones de derechos humanos en la guerra siria.

Esta comisión recibió denuncias de que grupos como Fatah al-Sham (antes conocido como Frente al-Nosra y ligado a Al Qaeda) y Ahrar al-Sham, impedían a los civiles salir del cerco y que combatientes se estaba mezclando con la población, aumentado el riesgo para los civiles de resultar heridos o muertos.

El viernes pasado el portavoz del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville, ya denunció que Fatah al-Sham y los Kataeb Abu Amara, habían ejecutado a civiles cuando intentaban huir de los últimos barrios del este de Alepo en manos de los insurgentes.

La Comisión recogió también numerosas informaciones sobre violaciones perpetradas por las fuerzas progubernamentales y sus aliados, como ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias, desapariciones y reclutamientos forzosos, sobre todo de hombres en edad de combatir. Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, advirtió al régimen de Bashar al Assad y a sus aliados de que, «muy probablemente», están cometiendo crímenes de guerra. Zeid dijo estar decepcionado por el fracaso del acuerdo para evacuar la parte este de Alepo, en la medida en que supone abrir la puerta a la continuación de «bombardeos extremadamente fuertes» sobre áreas donde aún siguen atrapados decenas de miles de civiles. Estos ataques, «casi seguro suponen una violación del Derecho Internacional y, muy probablemente, constituyen crímenes de guerra», añadió.

El Alto Comisionado consideró inexcusable el aplazamiento que estimó «extremadamente cruel» para la población civil, que albergaba la esperanza de «vivir para ver otro día» alejada de las bombas». El Gobierno de EEUU denunció que el régimen sirio «ha cruzado todas las líneas» en Alepo, al subrayar que tácticas como bombardear parques infantiles y a niños para tratar de obligar a los rebeldes a rendirse son propias de «una mente enferma».

Reunión el 27 de diciembre

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, remarcó también que Rusia «es incapaz o no quiere controlar» al régimen sirio.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo a su colega estadounidense, John Kerry, que las milicias rebeldes pueden abandonar la zona de combate por un corredor seguro, «pero influidos por los jefes de la organización terrorista Al Nosra, se niegan a cesar el fuego». Lavrov instó a Estados Unidos a ejercer su influencia sobre «las unidades armadas de la oposición a los que respalda Washington».

Tras la inminente toma de todo Alepo por parte del régimen, Turquía, Rusia e Irán preparan ya el escenario siguiente y se reunirán el próximo 27 de diciembre en Moscú «para discutir un cese el fuego en todo el país y la apertura de negociaciones sobre una solución política», afirmó el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu.

 

El recuerdo de los asedios de Sarajevo y Grozni

Alepo evoca hoy los dramas de Sarajevo y Grozni. El sitio de Sarajevo por las fuerzas serbias de Bosnia de abril de 1992 a noviembre de 1995 causó más de 10.000 muertos. «Es demasiado arriesgado transportar a los heridos al hospital, porque en cuanto alguien sale de un edificio se convierte en objetivo de los numerosos francotiradores emboscados y de milicias que impiden el acceso al barrio», afirmaba un profesor de universidad el 20 de mayo de 1992. El 22 de julio de 1993 más de 3.700 obuses cayeron sobre Sarajevo y alrededores. En febrero de 1994 un obús explotó en el mercado central y causó 68 muertos. «Estamos condenados a muerte. Simplemente no sabemos cuando y dónde llegará», afirmaba el amigo de uno de los fallecidos en su funeral.

La capital de Chechenia fue literalmente arrasada en el invierno de 1999-2000 por la artillería y la aviación rusas en su guerra contra los independentistas chechenos. «Vivimos durante tres meses en una cueva, en el frío y la oscuridad, sin luz ni agua. Los cuerpos quedaron en la calle varios días. No podíamos salir a enterrarlos por los francotiradores. Los heridos también morían en la calle sin poder ayudarles», relataba Rosa Movlaeva. «Hay cadáveres por todas partes. La gente ha empezado a comer gatos y perros», contaba Ali Munaiev. GARA

 

Al Assad acusa a EEUU por la pérdida de Palmira

El presidente sirio, Bashar al Assad, afirmó que los yihadistas que volvieron a tomar Palmira hace unos días llegaron a esta ciudad «desde Al Raqa y Deir Ezzor bien con el apoyo directo de los estadounidenses o, al menos, con su conocimiento, cerrando los ojos, y luego permitieron a Turquía, Qatar y Arabia Saudí completar la misión apoyando y copatrocinando al Estado Islámico». En una entrevista en el canal ruso Rossia-24, Al Assad acusó a las tropas de EEUU, que participan en operaciones contra el ISIS en Mosul y Raqa, de permitir a los yihadistas salir de esas zonas. Con todo, confía en que Donald Trump pueda facilitarle las cosas. A su juicio, el arreglo del conflicto sirio depende de la voluntad de Trump. «Durante la campaña electoral sus declaraciones sobre la lucha contra el terrorismo y la injerencia en otros países para derrocar gobiernos fueron muy claras y esto está muy bien. Sin embargo, todo depende de su voluntad de continuar avanzando en esa dirección», dijo Al Assad, que añadió que «si logra superar a los grupos de presión «puede convertirse en nuestro aliado natural».GARA