Como habían anunciado, las autoridades israelíes endurecieron el castigo colectivo contra la familia de Fadi al-Qunbar, el atacante palestino que mató a cuatro soldados israelíes arrollán- dolos con un camión el domingo en Jerusalén Este, y, entre otras medidas, revocaron el estatus de residente a la madre y otros doce familiares.

«Que todos los que traman, planean o consideren llevar a cabo ataques sepan que sus familias pagarán un alto precio por sus acciones y que las consecuencias tendrán largo y grave alcance», declaró el ministro de Interior, Arye Deri. La madre del atacante, Minwa al-Qunbar, tiene el estatus de «residente permanente», como la inmensa mayoría de palestinos de Jerusalén Este, que no solicitan la adquisición de la nacionalidad israelí porque consideran que supondría aceptar la soberanía de Israel sobre la parte oriental de la ciudad, ocupada desde el año 1967.

La pérdida de la residencia permanente le obligará a abandonar Jerusalén Este y supondrá la pérdida de todos los beneficios sociales de que disfrutaba.

Esta la primera ocasión en que Israel toma esta medida contra familiares de un atacante palestino y ha sido aprobada por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que anunció duras medidas de represalia.

El castigo afectará a todos los miembros de la familia que no tienen la nacionalidad israelí, lo que incluye a primos, sobrinos y tíos y tías de Al-Qunbar y tendrá efecto inmediato.

Además, Israel ha aprobado la demolición de la vivienda familiar y no devolverá el cadáver del joven palestino.

Al-Qunbar, de 28 años, casado y con cuatro hijos, arremetió el domingo contra un grupo de soldados cerca del asentamiento ilegal de Armón Hanatziv. Fue abatido después de matar a cuatro de ellos y herir a otros 17.

Huelga general

Pero el castigo a la población palestina va más allá de los ataques y la ocupación lo ha convertido en cotidiano. Así, los palestinos con ciudadanía israelí han convocado para hoy una huelga general en protesta por la demolición de diez inmuebles en la ciudad de Qalansua, al noreste de Tel Aviv. «Hemos decidido hacer una huelga mañana, pero también reconstruir las nueve viviendas», afirmó el diputado Ahmed Tibi.

Los diez inmuebles no habían obtenido los permisos de construcción de las autoridades israelíes, demandados hace más de dos décadas, ya que raramente son concedidos a la población palestina, que precisa unas 13.000 viviendas al año.

La entrada en la ciudad de cientos de policías para escoltar a las excavadoras desencadenó enfrentamientos con jóvenes locales, y el alcalde de la ciudad anunció su dimisión en protesta por la decisión.

 

Soldados israelíes matan a un palestino durante una redada

Soldados israelíes mataron en la noche del lunes al palestino Mohamed al-Salhi, al que acusaron de haber intentado atacarlos con un cuchillo en el campo de refugiados de Al-Fara. Sin embargo, Al-Salhi intentaba impedir que los uniformados entraran en su vivienda durante una noche de redadas masivas en la que el Ejército detuvo a 33 personas, entre ellas seis menores. El Centro Palestino de Derechos Humanos acusó al Ejército israelí de haberlo ejecutado disparando a bocajarro.GARA