M.I.
BALLERINA

Entre «La Cenicienta» y «El Cascanueces»

L as producciones francófonas están apostando fuerte en el competitivo género de la animación, y para ser rentables internacionalmente no dudan en pasarse al inglés en la versión original. Es el caso de “Ballerina”, que ha contado con un gran presupuesto de 30 millones de dólares, lo que permite su distribución y doblaje a muchos otros idiomas, entre ellos el euskara. Y es que se trata de un producto muy universal, ya que sus referentes principales son el cuento clásico de “La Cenicienta” y el ballet de Tchaikovsky “El Cascanueces”. También tiene bastantes cosas del universo de Charles Dickenso o del de Johanna Spyri y su conocido “Heidi”. Eso en lo que respecta al contenido, pero en la forma se halla a medio camino entre el estilo Disney y el anime japonés. De la primera marca toma el diseño de su pequeña heroína en confrontación con una señora villana (la madre de la bailarina rival), mientras que de la segunda el uso de la ralentización de la imagen para recrearse en las acrobacias aéreas ejecutadas por las bailarinas. El conjunto es dramaticamente sólido, aunque habrá un público infantil que eche de menos más humor y acción.