El Departamento de Estado estadounidense aseguró el viernes que había revocado provisionalmente casi 60.000 visas a refugiados y ciudadanos provenientes de los siete países de mayo- ría musulmana afectados por el veto migratorio impuesto por Donald Trump el 27 de enero. Ayer tuvo que restaurar esos miles de visados cancelados después de que el juez federal James Robart, con tribunal en Seattle, en el estado de Washington, suspendiera el viernes por la tarde ese veto y obligara al Gobierno a comunicar a las aerolíneas que ya pueden aceptar de nuevo a todos los pasajeros.

No está claro a cuántos de ellos se les canceló físicamente el visado y no podrán, por tanto, recuperarlo para viajar a EEUU, pero al resto sí se les permitirá embarcar en las aerolíneas que han comenzado a llevar pasajeros de Irak, Yemen, Irán, Somalia, Sudán, Siria y Libia.

La decisión del juez Robart bloqueó con efecto inmediato sobre todo el país la polémica orden, una suspensión temporal que regirá hasta que tome una decisión definitiva sobre la legalidad de la orden presidencial o hasta que una instancia judicial superior a la que acuda el Gobierno, como el Tribunal de Apelaciones o el Tribunal Supremo, decida levantarla.

La Casa Blanca anunció el viernes que sus abogados presentarán «lo antes posible» una apelación al fallo con el objetivo de restituir el veto que, a su juicio, es «legal» y «apropiado».

«Esta orden está pensada para proteger al país y al pueblo estadounidense, y el presidente no tiene mayor deber y responsabilidad que hacer eso», indicó Gillian Christensen, que es portavoz en funciones del Departa- mento de Seguridad Nacional, encargado del control de inmigración y aduanas.

El fiscal general del estado de Washington , Bob Ferguson, señaló, sin embargo, que la decisión judicial demuestra que ni siquiera el presidente está por encima de la ley. «La ley es algo poderoso. Tiene la capacidad de pedir cuentas a todo el mundo, y eso incluye al presidente de EEUU», dijo Ferguson, que había calificado el veto de Trump de «inconstitucional» e «ilegal» al interponer la demanda.

El Gobierno de EEUU, que tardó cuatro horas en reaccionar, tildó de «indignante» la suspensión judicial temporal de su veto migratorio, que Donald Trump tachó de «ridícula» al tiempo que aseguraba que ese veredicto acabará «anulado».

Irán prueba más misiles en plena escalada de tensión

Irán ha decidido plantar cara a las políticas de EEUU con la realización ayer de maniobras militares, que incluyen unas controvertidas pruebas de misiles. La Fuerza Aeroespacial del cuerpo de élite de los Guardianes de la Revolución comenzó una serie de ejercicios militares con el fin de «mostrar la capacidad y preparación para actuar contra cualquier amenaza y desestimar las sanciones». Las maniobras se realizan en un área de 35.000 kilómetros cuadrados en la provincia de Semnan, en el noreste, e incluyen la prueba de sistemas de misiles, con un rango de alcance de 75 kilómetros y capaces de actuar contra varios objetivos militares, y de un radar que detecta y rastrea amenazas en el aire a un rango de 1.100 kilómetros. Pese a estas nuevas maniobras, Irán, que afirma misiles incluso de largo alcance (2.000 kilómetros) capaces de llegar hasta Israel, ha insistido en que su sistema de misiles «solo tiene fines defensivos y porta armas convencionales».GARA