El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, se dirigió ayer a «la gente del mundo del trabajo» para afirmar que la crisis ha enseñado que si los trabajadores «vamos uno a uno, perdemos», pero «si nos organizamos, podemos mejorar las condiciones de trabajo e influir en una sociedad cada vez más injusta». El dirigente sindical participó en un acto en Bilbo, en el que decenas de miembros de ELA escenificaron con un gran mosaico humano «las victorias sindicales» logradas en el último año tras las huelgas y movilizaciones llevadas en diferentes ámbitos.

Entre los conflictos laborales que han concluido con acuerdo, se encuentran los protagonizados por los empleados del Museo de Bellas Artes de la capital vizcaina, tras mes y medio de huelga, y el llevado a cabo por los trabajadores del servicio de mantenimiento de carreteras de Gipuzkoa, tras una huelga que se prolongó durante casi un año, concretamente 315 días.

En una intervención previa, Txiki Muñoz señaló que «el privilegio que los gobiernos han dado a las patronales hace que aquella gente que padece la miseria laboral que se le está imponiendo no tenga otra alternativa que luchar».

El responsable de ELA también confesó, aunque sin revelar su identidad, que «un líder político de este país» le reconoció, en una conversación mantenida tras resolverse el conflicto en el Museo de Bellas Artes, que se había «arrepentido» de haber llegado a un acuerdo «por el efecto llamada» que podía tener, ya que «hay mucha gente en las mismas condiciones que pueden llegar a la conclusión de que luchando se pueden mejorar las condiciones». «Sólo quieren disciplina» y que los sindicatos acepten «estar en silencio», añadió.

Precisamente, se mostró «orgulloso» de quienes «han luchado» por sus condiciones laborales y han logrado su mejora. En el acto, pasó «el testigo» a las trabajadoras de las residencias de Bizkaia, protagonistas de un conflicto que se prolonga durante un año y que al término de la huelga que secundan este mes habrán sumado unos cien días de paro.

En relación a este conflicto, el dirigente sindical acusó a la Diputación de Bizkaia de no querer resolver «la discriminación que afecta a las mujeres» porque se trata de «empleos pensados para mujeres, para que sigan discriminadas».

El día anterior, la situación de estas empleadas llegó al Parlamento de Gasteiz. A iniciativa de EH Bildu, la Cámara acordó pedir a Lakua que actualice los decretos que regulan los servicios sociales para concretar las condiciones funcionales y materiales de los centros y que vele por las condiciones laborales en las subcontratas.