Si Nicolás Maduro en uno de sus discursos apoteósicos menciona a un programa de televisión de La Sexta y no lo hace de manera sulfúrica sino casi elogiosamente ¿en qué riesgos coloca a ese programa? No, no se confundan, no ha dicho nada de esa taberna de opinadores que en “Al Rojo Vivo”, cada vez más pendiente de meterse en un bucle informativo político reiterado donde siempre acaba apareciendo el impostor Inda para dictar sentencias de toda índole y sumar unos ingresos en su cartilla.

Tampoco a la “La Sexta noche” que es lo mismo pero más largo y con Marhuenda de pareja siniestra con el navarro. Ni siquiera a “Salvados” de Évole, que podría ponerse a husmear sobre algunas de las situaciones conflictivas que se viven en Venezuela. No, el programa que el propio Maduro asegura sigue es “Zapeando” . Y menciona a Quiqui Peinado como alguien que le imita con humor y le parece divertido. Es una curiosa situación. Aprovecha para hacer bromas sobre esa dictadura que denuncian los españoles y asegura que se pueden ver todas las cadenas españolas. No sé si se puede sentir alguien orgulloso de esa oferta. Así que es posible que se hagan recomendaciones para ver programas sueltos. Ya que tantas veces hemos denunciado al sectarismo o partidismo del canal 24 horas de TVE, debemos reconocer que tiene unos fragmentos, unas secciones que se emiten por la tarde y después se redifunde a la madrugada dedicados a la cultura y en muchas ocasiones es un primor por su oportunidad y su consistencia. Vimos antes de ayer una entrega con el dramaturgo Juan Mayorga de protagonista y volvimos a reconciliarnos con la entrevista bien preparada, con el compromiso del entrevistador que había visto las dos obras que comentaban y opinaba con argumentos artísticos fundamentados. Un fuerte aplauso prolongado.