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iruñea

Extorsionan 39.000 euros a un cura navarro por una foto con un menor

Tres personas van a ser jugadas como organización criminal tras conseguir que el sacerdote que preside el centro de menores Ilundáin, Eugenio Lecumberri, les entregara 39.000 euros. El cura relata en su denuncia que los acusados usaron una foto suya con uno de ellos, de 17 años, con sus labios tocándole el pene.

El juzgado número 1 de Agoitz va a juzgar como organización criminal a tres rumanos por haber extorsionado al sacerdote Eugenio Lecumberri con una fotografía. En esa imagen, el presidente de la Fundación Ilundain Haritz Berri aparece «en posición arrodillada y con su cabeza a la altura del miembro viril» de Emanuel Tocu, que en ese momento tenía 17 años.

Lecumberri (de 76 años) realizó una denuncia en la que relató que efectuó diferentes pagos por un total de 39.000 euros desde el 19 de enero de 2016 hasta principios de febrero. Según la juez, los chantajistas actuaron «de forma coordinada distribuyéndose las funciones, captando unos a la víctima, valiéndose de un menor para la extorsión inicial, otros haciendo las llamadas, y/o acudiendo a las recogidas de dinero y a efectuar los actos extorsionadores». El auto añade que los acusados persiguieron al cura recurriendo a su hermana y vecinos.

Asimismo, la juez recoge que esta supuesta banda ha logrado extorsionar a otros curas de Iruñea, que también han denunciado, aunque estas causas no se han aunado.

Según consta en el sumario, Lecumberri (que también era párroco en Taxoare) avisó a la Policía el 8 de febrero a las 16.45 horas «manifestando temor ante la presencia de tres súbditos rumanos que se encuentran en las inmediaciones de su vivienda». La llamada fue atendida por la Guardia Civil que identificó a los rumanos Ilarie Florin Tocu, Daniela Berber y al menor Emanuel Tocu.

El atestado realizado por los agentes recoge que Lecumberri aseguró haber conocido al menor «con motivo de su estancia en el centro de menores de la localidad de Ilundáin». Los guardias civiles anotan también que el sacerdote relata «que en una ocasión en un piso y sin aportar más datos Tocu se bajó los pantalones» y le ordenó que le hiciera la felación y que él se quedó «bloqueado y sin saber qué hacer». En ese momento, también menciona la «posible existencia de una fotografía».

Tres días después de este suceso, el sacerdote acudió a comisaría a presentar una denuncia por extorsión. La versión que relata de los hechos cambia en algunos puntos con respecto a lo relatado ante la Guardia Civil y se confirma la existencia de la fotografía. El sacerdote ya no conocía a Tocu de su estancia en Ilundáin, sino que fue el menor quien contactó con él para pedirle dinero, sin que se hubieran visto anteriormente.

Antes de acudir a la Policía, Lecumberri borró todas las fotos de su móvil y todo su historial de whatsapp. Hizo lo mismo con los correos de su ordenador en los que le chantajeaban, aunque entregó a la Policía transcripciones escritas a mano de uno de esos correos.

El cura sí que contó a la Policía que antes de presentar la denuncia se había reunido en persona con el Arzobispo Francisco Pérez y este le puso en contacto con abogados. Resulta, por tanto, incomprensible que el sacerdote se deshiciera de pruebas incriminatorias borrando su móvil y su ordenador.

Lecumberri es un cura muy conocido y valorado en Nafarroa, ya que preside la fundación Ilundain Haritz Berri, donde se ayuda a menores de edad y cuyo eje principal es un internado para menores en desamparo. En noviembre de 2015 recibió el Premio a la Excelencia Ciudadana y este mismo año, el Haba de Oro de Iruñea.