GARA
CICLISMO Tirreno Adriático

Un misil llamado Fernando Gaviria bate a Peter Sagan

Nairo Quintana, a punto de ganar la ronda, afronta la contrarreloj de hoy con 50 segundos sobre Pinot.

El eslovaco Peter Sagan (Bora) no pudo hacer triplete en la presente Tirreno-Adriático. El motivo fue un Fernando Gaviria (Quick Step) que hizo honor a su apodo de “Misil” de la Ceja (Antioquía) y le ganó el duelo al sprint para imponerse en la sexta etapa entre Ascoli Piceno y Civitanova Marche, de 168 kilómetros. En el liderato no hubo cambios y el colombiano Nairo Quintana (Movistar) mantuvo sin problemas el maillot azul.

Se trata de una victoria importante y significativa para Gaviria, de 22 años y que volvió a besar su pulsera en meta. Es la cuarta victoria de la temporada, dos las consiguió en la Vuelta a San Juan y una en el Algarve. Además, la de ayer es un buen golpe moral para el triple campeón mundial en pista, modalidad de omnium, a seis días de la Milán-San Remo, la classicissima que abre la temporada de los grandes clásicas, donde Fernando Gaviria acudirá a mostrar su buen estado de forma y en mayo debutará en el Giro. «La subida antes del final hizo que la carrera fuera un poco similar a la Milán-San Remo», explicó el propio corredor colombiano.

«Cometimos un error en la aproximación al sprint, pero por suerte pude rectificar. Siempre es un desafio competir con Sagan, que ha demostrado estar muy fuerte. Había que responder y todo ha salido bien. Es una victoria muy importante para el equipo», añadió en meta.

La jornada la animaron siete corredores: Gastauer (Ag2r), Kochetkov (Katusha), Ballerini (Androni), Bonusi (Androni), Andreetta (Bardiani), Maestri (Bardiani), Marangoni (Nippo) y Henttala (Novo Nordisk). Nunca tuvieron una ventaja significativa, apenas tres minutos al comienzo de la aventura. La avanzadilla hubo de parar a consecuencia de un paso a nivel que detuvo al pelotón por el paso de un tren. Anécdota superada, la expedición pasó a la historia a 8,2 kilómetros de meta.

Crono de 10,1 kilómetros

Fueron momentos de intentos que no fueron a ninguna parte, entre ellos el de Vincenzo Nibali y su compatriota Felline. El Quick Step y Bora pusieron en marcha el tren preparatorio para el sprint, en el que Gaviria se impuso a Sagan, mientras Movistar trató de resguardar al líder Quintana. El boyacense solo tiene el escollo cronometrado de hoy de San Benedetto del Tronto, con un recorrido de 10,1 kilómetros. El colombiano llegará a la cita con el reloj con 50 segundos de ventaja sobre el francés Thibaut Pinot (FDJ) y 1:06 respecto al australiano Rohan Dennis (BMC), un gran especialista en la modalidad, por lo que se encuentra a punto de adjudicarse la carrera de los dos mares por segunda vez en tres años.

«Tratamos de no perder segundos de cara a la crono de mañana (hoy) y por ello mantuvimos siempre el grupo unido delante», explicó Quintana.

«Buscábamos evitar el peligro y hemos llegado bien. Hemos estado bien como equipo», subrayó en referencia a Moreno, Dowsett, Sütterlin, Bennati, Amador, Oliveira y un Jonathan Castroviejo que optará al triunfo en la cronometrada y a mejorar su octava plaza en la general, a 1:32 de su compañero. «Por mi parte espero hacer una buena crono, un buen test, y que todo termine bien para nosotros», concluyó Quintana. Sobre este mismo recorrido en 2015, el colombiano cedió tan solo 22 segundos ante Pinot.

El líder de la carrera partirá la contrarreloj a las 15.58, mientras que Castroviejo lo hará un poco antes, a las 15.44.

Henao-Contador

Mientras hoy finaliza la Tirreno Adriático, aún sigue coleando la victoria de Sergio Luis Henao en la París Niza que acabó el domingo por tan solo dos segundos sobre Alberto Contador.

Se trata de la menor diferencia de esta prestigiosa carrera. La segunda menor diferencia de la historia la protagonizó Davide Rebellin sobre Rinaldo Nocentini en 2008: tres segundos.

En la edición de este año, Contador hubiera ganado la prueba si hubiera sido primero en el sprint de Niza, pero la paliza que se había dado en los últimos 50 kilómetros y la paciencia de la David de la Cruz para esperar su momento se lo impidieron. El madrileño se llevó una bonificación de seis segundos, y no de diez, que fueron insuficientes. Algo parecido le ocurrió en 2016, pero por cuatro segundos ante Geraint Thomas.