Víctor ESQUIROL
CRÍTICA «Incerta glòria»

La incierta herencia de la Guerra Civil

E l que casi ochenta años después de su conclusión, siga tan abierta la herida de la Guerra Civil española, no deja de ser un doloroso recordatorio de que en este país, la cicatrización es un proceso lento, penoso y, claro está, doloroso. El que el cine español haya tocado este tema en tantas ocasiones, es también un síntoma evidente del sentimiento de cuentas no-saldadas que pervive tanto en un bando como en el otro.

A través de este enfrentamiento sin fin se define, precisamente, buena parte de la historia reciente del país que, recordemos, sigue ocupando la segunda posición en el ranking mundial de desaparecidos. Volvamos al arte. Al papel que este puede jugar en la curación de la alergia que despierta el concepto de la memoria histórica. La llamada al recuerdo para no perderle la pista a un pasado cuyo irresuelto legado se prolonga demasiado hasta el presente. Es por esto que el texto de la obra magna de Joan Sales sigue antojándose como una propuesta de rabiosísima actualidad.

“Incerta glòria” es una de las obras más imprescindibles sobre la Guerra Civil. Grandeza ganada con valentía a la hora de enfrentarse al contexto histórico... y de aprovecharlo para incidir en los inamovibles mecanismos que llevan a alguien a enamorarse, a tener miedo, a sentir odio... a ser persona. Agustí Villaronga lo entiende y corresponde a Sales con la misma ambición. La nueva película del director mallorquín muestra una solidez férrea a nivel de producción, base a partir de la cual se construye una pieza de alto valor artístico. Reforzado en un reparto de actores ciertamente inspirados, el film acaba elevándose por lo bien que toma el pulso a los distintos géneros que pide el relato. El cine de época, el bélico, el romántico, el noir... Todos lucen por separado y en compañía, en un conjunto notable (casi grande) a todos los niveles, y cuyas piezas hacen del choque su principal argumento para la convivencia. ¿Les suena?