GARA
BILBO

El clúster de industrias de medio ambiente facturó 1.818 millones en 2016

Las empresas agrupadas en la Asociación del Clúster de Industrias de Medio Ambiente de Euskadi (Aclima) están empezando a hacer pivotar su actividad sobre Asia y Oriente Medio, aunque México y Colombia siguen siendo los países donde mantienen más presencia fuera de Europa. Así lo comentó ayer en Bilbo el presidente del clúster, Xabier Caño, quien presentó el balance de 2016 junto a la directora, Kristina Apiñaniz.

Aclima agrupa a 96 socios, de los que 71 son empresas privadas, con presencia en cerca de 40 países. También forman parte 16 entidades e instituciones públicas, cuatro centros tecnológicos y de empresas, cuatro universidades y una asociación empresarial. En total, las empresas asociadas –entre las que se hallan Bizkaia Energía, Iberdrola, Arcelor Mittal, Eko-Rec y Cementos Lemona– cuentan ya con 4.700 profesionales en áreas medioambientales.

El año pasado subieron un 1,6% su facturación conjunta, hasta los 1.818 millones de euros, lo que representa la mitad de la facturación total del sector de la CAV, que ascendió a 3.556 millones. «El momento de recuperación que vivimos gracias al incremento de la actividad industrial ha hecho que se alcance nuevamente el nivel de facturación de 2008», destacó Caño durante su intervención.

Como recordaron sus responsables, Aclima nació hace veinte años «centrado en las áreas de residuos, aguas y ecodiseño, y con el tiempo ha ido posicionándose en nuevas áreas que requieren de una importante especialización, tales como las relacionadas con el cambio climático, los ecosistemas y los suelos contaminados». «La mayor preocupación por el medioambiente y una legislación cada vez más exigente están haciendo surgir además nuevas áreas con una alta especialización técnica», comentó Xabier Caño.

En este contexto, citó el REACH (reglamento de la Unión Europea parar mejorar la protección de la salud humana y el medio ambiente contra los riesgos que pueden presentar los productos químicos) y los BREF (documentos de referencia sobre el control de las emisiones industriales), normas que exigen la utilización de las mejores técnicas disponibles y, por tanto, las menos contaminantes.