Las prestaciones satisfechas por las EPSV durante el ejercicio 2016 alcanzaron los 870 millones de euros, lo que supone un ligero descenso (-3,64%) respecto al año anterior, según los datos que hizo públicos ayer la Federación de Entidades de Previsión Social Voluntaria de Euskadi, agrupación que está integrada por cerca de 70 organismos.

Sumando los últimos cinco ejercicios, han abonado a las personas socias y beneficiarias más de 4.500 millones.

En cuanto a su patrimonio, por primera vez ha superado la barrera de los 24.000 millones de euros, mejorando en más de 1.350 millones los datos del ejercicio anterior. Este patrimonio equivale a más del 33,7% del PIB de la CAV, porcentaje que se aproxima a la media de la UE-15 (34,5%). No obstante, desde la Federación remarcaron que ese índice está «todavía muy alejado de los países más desarrollados en este ámbito, que alcanzan ratios del 49% al 178% del PIB, así como de la media de la OCDE, que es del 82,4%».

Contexto complicado

Respecto a las cuotas o aportaciones, alcanzan los 755 millones de euros, con un incremento superior al 4% en los sistemas individuales. En la modalidad de empleo apenas ha habido cambio respecto al pasado año (-0,67%), lo que la Federación achaca a «la ausencia de una política de promoción y divulgación de la previsión social complementaria como parte integrante del sistema de protección social vasco en una sociedad que envejece progresivamente».

Respecto a 2017, esperan «seguir por una senda positiva en cuanto a los parámetros más significativos» pese a que se mantiene «un contexto económico complicado».