V.E.
MESA 19

Relegados al cajón de sastre de los renegados

S in todavía saber muy bien cómo, nos encontramos en un momento histórico en que la cartelera del mundo occidental goza siempre de la compañía de Anna Kendrick. Ya sea en calidad de secundaria o de protagonista principal; ya sea haciendo mucho o poco ruido, una de las caras visibles de la saga “Crepúsculo” (no lo olvidemos tan fácilmente, por favor), ha conquistado una industria que, tanto en su faceta indie como en la comercial, parece haberle reservado un hueco permanente.

El caso es que mientras “Los Hollar” aguanta en las salas de exhibición, llega “Mesa 19” para hacerle el relevo kendrickiano. Para no romper demasiado con la tónica del último trabajo, repetimos con la comedia, eso sí, no exenta de ese toque amargo que, nos guste o no, le da sabor a la vida. La historia: una dama de honor pierde dicha condición debido a un desagradable asunto de infidelidad por parte de su novio. Igualmente, la chica decide asistir a la boda en cuestión... solo para darse cuenta de que los organizadores la han puesto en la mesa de los parias. El gancho: Aparte del protagonismo de la Kendrick (aunque no esperen mi complicidad aquí), la escritura de Jay y Mark Duplass, vacas sagradas del “mumblecore”, listos para que el mundo les conozca. Ya va tocando.