La decisión del presidente sudafricano, Jacob Zuma, de cesar a su ministro de Finanzas y adversario, Pravin Gordhan, desencadenó ayer una guerra abierta en el seno del Congreso Nacional Africano, (ANC). Zuma nombro diez ministros y otros tantos viceministros, la mayoría considerados fieles al presidente.

La crisis ilustra las profundas fracturas políticas que sufre el ANC tras la pérdida de representación en las elecciones locales de junio; dividido entre los apoyos de Zuma, partidario de una transformación radical de la economía, y un ala representada por Gordhan, a lo que se añade la carrera por la sucesión del presidente.

Varios líderes del ANC criticaron públicamente la remodelación de gobierno y el cese del ministro. El vicepresidente y candidato a la sucesión de Zuma, Cyril Ramaphosa, la consideró inaceptable, y aseguró que «otros colegas y camaradas tampoco están satisfechos de esta situación, particularmente por el cese del ministro de Finanzas que servía al país con honor y excelencia».

Gordhan, abanderado de la lucha contra la corrupción llevaba meses en abierto conflicto con Zuma, envuelto en una larga lista de escándalos político-financieros.