Era su quinta txapela del Parejas, pero la celebró con la misma ilusión y efusividad de la primera. Tras haber caído sin premio en los dos últimos campeonatos, Pablo Fusto necesitaba volver a levantar los brazos y lo consiguió por la vía más complicada; en un frontón largo, de los que se le atragantan al bonaerense, y remontando una gran final que tuvieron muy cuesta arriba, primero cuando Gaubeka-Imanol se anotaron el segundo punto en un set muy igualado y luego, cuando en el quinto y definitivo set, la pareja vizcaina se adelantó 2-6.

Pero es en esos momentos críticos en los que aparecen los grandes campeones y, justo después de fallar tres inusuales pelotas que dieron aire a Gaubeka-Imanol, Fusto volvió a tomar el mando del partido para firmar el tercer 10-8 consecutivo con el que se hicieron con las preciadas txapelas, la tercera consecutiva de un Ibai Pérez en estado de gracia que sufrió en el comienzo del partido, pero que fue a más a medida que la final se fue endureciendo.

Imanol, de más a menos

Y se endureció, y mucho, sobre todo porque Pablo Fusto e Ibai Pérez, su verdugo en el último Individual, creyeron en todo momento el uno en el otro, por muy complicadas que se les pusieron las cosas.

Porque Gaubeka-Imanol, subcampeones el año pasado, les obligaron a sacar lo mejor que llevaban dentro. El primero de los cinco sets que se disputaron resultó el más desigualado, y eso que en un inicio de tanteo tuvieron una ínfima ventaja los colorados (2-4), sobre todo gracias a errores de los rivales.

Pero enseguida emergió la figura de Imanol. El zaguero de Bilbo es de los que agradece el paso del frontón corto a uno de herramienta como el de Mungia, donde sacó partido a su potencia y sus largos brazos. Comenzando desde el saque, pegó mucho, evitó que Fusto entrar en juego y con un Gaubeka efectivo, se llevaron el primer punto con suficiencia (4-10).

Sin embargo, poco a poco, se le fue gastando el brillo, lo que permitió asentarse en la cancha a Ibai Pérez e ir adquiriendo protagonismo a Fusto.

No les fue suficiente en un segundo joko decidido en un grandísimo último tanto en el que Imanol le dio de lo lindo (9-10) hasta gastar a los rivales.

Pudo haber sido un golpe sicológico, pero Fusto-Ibai Pérez siguieron a lo suyo, consiguieron dejar de solo defender a pasar al ataque y forzaron el desempate (10-8), donde decidió el delantero argentino.