Jon ORMAZABAL
Pelota

La «madurez» de Oinatz

Iñaki Iza, excompañero de Bengoetxea VI con el que desarrolló una química especial, y Etor Mendia, preparador físico de Asegarce, desgranan para GARA las claves del gran momento del delantero de Leitza.

A sus 32 años, Oinatz Bengoetxea supone una excepción en la final más «joven» de la historia. Sin embargo, el influjo del de Leitza va mucho más allá de la edad. Con sus cuatro finales en los dos últimos años –no pudo jugar la del Manomanista de 2015 por lesión– y dos txapelas, se ha convertido en el pelotari más regular de los últimos tiempos en este tipo de grandes citas y aspira a ampliar su ya completo palmarés con otro Parejas, la primera txapela que repetiría Bengoetxea VI.

Cada campeonato tiene sus momentos y sus micro-historias y este que termina el domingo no es una excepción. Para los de Asegarce, ese fue, sin duda, el del pasado 26 de marzo, cuando Irribarria-Rezusta les dieron, con su victoria en Miribilla, el pase a la final. No acudieron Bengoetxea VI-Larunbe al escenario de la final, pero se refugiaron bastante cerca de allí, en un establecimiento hostelero de Alde Zaharra de Bilbo.

«Estaba en casa de mi pareja y me llamaron que habían quedado para ver el partido juntos. Quedamos en un bar, porque un domingo a esas horas no suele haber mucha gente en Alde Zaharra». El elegido para compartir un momento tan especial fue el exprofesional Iñaki Iza quien, desde su debut, desarrolló una química muy especial con el delantero de Leitza.

«Es bastante más normal verme a mí por ahí, que ando bastante a menudo, pero cuando entró Oinatz comenzaron los comentarios, nadie esperaba que los aspirantes a la final aparecieran por allí, y hubo alguna llamada a algún amigo, pero los respetaron bastante en su sufrimiento, porque hubo que sufrir y con Aimar de por medio nunca te puedes fiar, pero los dejaron bastante tranquilos durante el partido. Con el último tanto de Irribarria-Rezusta comenzaron los aplausos y los abrazos, fue un momento muy bonito, muy especial, muy emotivo, sobre todo para Mikel», rememora para GARA el de Zornotza.

Siempre positivo

Quién mejor que su excompañero en Asegarce, con el que ha compartido tanto, dentro y fuera de la cancha, para analizar el estado de un pelotari que, según Iza «está comenzando a mostrar su jerarquía. Ha estado mucho tiempo a la sombra de Aimar y de Irujo y ahora que esos dos extraterrestres se van apartando, ha llegado el momento de Oinatz y lo está aprovechando», analiza al respecto.

«Además, de juego no sé si lo he visto nunca tan bien. Me acuerdo de aquella final Manomanista que no pudo jugar, estaba a un nivel increíble tras ganar el Parejas, nunca le había visto jugar tanto, pero es que ahora lleva un tiempo que no baja de ese punto. Ha adquirido madurez, experiencia, tiene jerarquía en el mundo de la pelota y está respondiendo».

Y, según el zaguero vizcaino, «le toca ese papel y él mismo lo sabe». Le ha vuelto a tocar bregar con un debutante y el resultado no ha podido ser mejor. «Me acuerdo que, antes de que se presentara el campeonato, la gente decía que era seguro que Mikel iba a formar pareja con Urrutikoetxea, por eso de la pareja vizcaina y poder vender festivales por Bizkaia. A última hora lo pusieron con Oinatz y desde el principio me gustó mucho la combinación. Porque Larunbe tiene el poder y el juego para estar ahí arriba, pero necesitaba ese punto de confianza. Y necesitando ese punto de confianza, para mí el mejor compañero que puedes tener es Oinatz», apuntó Iza.

Como otros muchos, el exzaguero de Asegarce destaca el positivismo que irradia. Y no solo en la cancha, donde nunca se da por vencido, también fuera del frontón es capaz de, emulando a los Monty Python, «siempre mirar al lado positivo de la vida». «En los 9 años como profesional me ha tocado pasar momentos muy malos y, a decir verdad, cada vez que hablaba con él, terminaba sintiéndome mejor. Lo mejor que me llevo de la pelota son los amigos y, para mí, sin duda, el más especial es Oinatz».

El frontón no tuvo clemencia con Iza y, tras sufrir percances de todo tipo, el desgaste del disco de la vértebra no solo le obligó a colgar el gerriko. «De la lesión no me he recuperado, sigo parecido, no he notado ninguna mejoría y, a decir verdad, estoy bastante jodido. Pero ya hace tiempo que aprendí a vivir con esto y por ese lado lo llevo bastante bien», relata Iza, quien ahora etá empleado en un gimnasio de Lemoa, junto a otro exmanista, Xabier Galarza.

También físicamente atraviesa el de Leitza un gran estado de forma y de ello da cuenta Etor Mendia, preparador físico de la promotora bilbaina. «Es verdad que atraviesa un gran momento, es un deportista con la cabeza muy bien amueblada y está claro que tener una condición física adecuada le permite desarrollar su mejor juego. Además de mantener sus virtudes de antes, sobre todo la velocidad y la explosividad, ahora ha ganado mucho en resistencia y está manteniendo un ritmo muy alto del comienzo al final de cada partido», explica el lazkaotarra.

«Detrás de ello, además de la experiencia, hay muchas horas dedicadas a la preparación física. Y a la hora de planificarla, acordamos que, en vez de mirar solo a corto plazo, un pelotari de su nivel debía ser competitivo en las tres grandes competiciones, con todo el compromiso y dedicación que eso conlleva. Y tras la txapela del acotado, sigue entrenando con la misma ambición y motivación», alaba Mendia, que ve Oinatz para rato.