Arnaldo Otegi y Maddalen Iriarte
Portavoz y parlamentaria de EH Bildu
KOLABORAZIOA

Carta abierta a Catalunya

Para vencer del todo a un pueblo, hay que vencer su voluntad, como explicó el president Macià, y hoy queremos mostraros nuestra admiración por la determinación con la que enseñáis al mundo que, gracias a la firme voluntad de tomar las riendas de vuestro propio futuro, estáis tocando ya con la punta de los dedos la libertad por la que tanto habéis luchado. No será un camino fácil. Debéis saber que en Euskal Herria somos muchísimas las personas que vivimos como propios los furibundos ataques que debéis soportar a diario y que aún seremos muchísimas más las que celebraremos la victoria de la libertad como si fuera nuestra.

Quizás os sorprenda saber que en nuestro país también cantamos, en euskara, la bellísima L'Estaca, en la que Lluís Llach nos pregunta si no vemos la estaca a la que estamos todos atados. «Si no nos deshacemos de ella jamás podremos caminar. (...) Si tiramos fuerte por aquí y tu tiras por allá, seguro que cae y nos podremos liberar».

Por eso, comprendemos perfectamente el «desconcierto» que os ha provocado ver al PNV y al Gobierno de España suscribir un vergonzante acuerdo, utilizando para ello el nombre de todos los vascos y vascas y hablando del interés general. Un acuerdo que el Gobierno español, sin ningún disimulo y con la complicidad del PNV, ha tratado de convertir en ariete contra Catalunya y la voluntad democrática de su ciudadanía de decidir libremente su futuro; un acuerdo con el que ha intentado proyectar la idea de que el Gobierno español está abierto al diálogo y que solo la inflexibilidad catalana impide avanzar. La reciente visita de Urkullu a Bruselas y el encuentro con Jean-Claude Juncker se opondrían así a la supuesta negativa del mismo a recibir al President de la Generalitat. El lehendakari fue el mejor embajador que España podía enviar a Europa para denostar la vía catalana.

Este escenario nos produce bochorno y una gran tristeza a quienes formamos EH Bildu. Porque se trata de un acuerdo que da estabilidad a un Gobierno que niega los más elementales derechos nacionales y sociales a nuestro pueblo (y al vuestro); que apuntala a un partido cercado por la corrupción; que sirve para seguir machacando a los débiles y continuar siendo serviles con los poderosos; un acuerdo, en fin, que nos ata aún más a la estaca de la que queremos librarnos.

Nos apena y abochorna, sobre todo, porque en EH Bildu ni queremos ni podemos pasar por alto que España trata como criminales e inhabilita al president Mas, a Joana Ortega, a Irene Rigau, a Francesc Homs... por poner unas urnas, o a Meritxell Borràs por anunciar que va a comprar unas nuevas; porque, en el colmo del cinismo y la indecencia, se permiten procesar a la presidenta de vuestro Parlament por dar cauce a un debate democrático y sin exclusiones, y junto a Carme Forcadell corren la misma suerte los miembros de la Mesa que no comulgan con ruedas de molino. Y todo ello, complementado con la guerra sucia denominada “Operación Catalunya”. Nos apena y nos abochorna porque, en definitiva, pretenden pasar por encima de la voluntad de los millones de catalanes y catalanas que el 9N, y en todas las citas posteriores con las urnas, habéis demostrado que sois un pueblo mayor de edad que no necesita pedir permiso para decidir su futuro. Nos duele que os traten como a ciudadanos de tercera, como si fuerais políticamente menores de edad, indignos de salir al mundo; nos duele que os nieguen el derecho a ser felices en un pueblo libre. Y nos duele profundamente que se utilice el nombre de Euskal Herria al firmar un acuerdo que, objetivamente, fortalece y oxigena al Gobierno español, precisamente en el momento en que se prepara para lanzar sobre vuestro pueblo toda su maquinaria antidemocrática.

Por eso queremos deciros que este pacto no se ha hecho en nuestro nombre, y mucho menos en nombre del conjunto de vascos y vascas. Porque solo «si yo tiro fuerte por aquí y tú tiras fuerte por allí, caerá y antes nos podremos liberar».

El lehendakari Agirre, que saliendo de La Vajol (Alt Empordà) compartió con el president Companys las primeras horas de exilio en Les Illes (Vallespir), nos instó hace ya 80 años a permanecer siempre a vuestro lado: «Nosotros, siempre con Catalunya». Y así permaneceremos, compartiendo el anhelo de nuestros dos pueblos por conseguir la libertad, recordando las palabras de uno de vuestros grandes poetas, Salvador Espriu: «Ara digueu: Ens mantindrem fidels per sempre més al servei d'aquest poble».