EEUU

UE, crisis y/o encrucijada (II)

Es posible que la UE sobreviva a Trump

Las diatribas de Trump contra los europeos por su «racanería» en la OTAN y la actitud desafiante de la UE han sido elementos de consumo interno. La exigencia de que los países miembros destinen al menos el 2% a gasto militar viene de lejos (del propio Obama) y, consumados los ajustes, es cuestión de tiempo que dediquen liquidez a ello. Otra cosa son las amenazas proteccionistas de Trump. La UE sueña con un impeachment o, en todo caso, con sobrevivirle. Y podría a día de hoy apostar a ello.

Brexitak Britainia Handia hautsi dezake, herriei aukerak eskainiz

Brexita gauzatuko bada, Eskozia bigarren erreferendum bat egiteko prest da. Era berean, eta Ipar Irlandako auzia kontuan hartuta, Bruselak irlaren batasuna defendatuko lukeela iragarri du. Paradoxikoki, Brexitak Erresuma Batuaren banaketa ekar dezake, ez Europar Batasunaren haustura. Horrek aukera emango lieke estaturik gabeko hainbat herriri, Euskal Herria tartean. Hobe beharrez ez eta koiunturagatik defendatuko ditu Bruselak herrien eskubideak?

Resaca agridulce en la UE tras la pírrica victoria de la premier May

Como primera reacción, la UE saludó la vergonzosa y ajustadísima victoria de Theresa May como una prueba de que el electorado apostaría por un Brexit blando y porque limita a priori la capacidad negociadora de los debilitados tories. Pero ahí reside el problema. Esa sempiterna crisis de la que Gran Bretaña no sale desde antes incluso del Brexit amenaza con retrasar esas negociaciones. Lo que no conviene a una UE con demasiados y peligrosos retos.

El europeísta Macron saca pecho ante una UE huérfana de EEUU con Trump

El largo, buscado y tenso apretón de manos del presidente francés, Emmanuel Macron, al inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, en la reciente cumbre de la OTAN ha hecho correr ríos de tinta. Y es que no es descartable que una Francia en grave crisis económica y política asuma un papel de bastión militar de una UE menos dependiente de EEUU (más con la retirada británica), haciéndose así perdonar sus pecados de déficit público y otros incumplimientos ante Alemania.

¿Asume Merkel el liderazgo político de una UE controlada por el BCAlemán?

En un dicurso en Múnich tras las cumbres de la OTAN y del G7 con Trump, la canciller alemana advertía de que los tiempos en los que europeos podían «confiar completamente en otros están quedando atrás», en clara referencia a EEUU y Gran Bretaña. ¿Apuesta Merkel por una UE autónoma y dirigida políticamente por Alemania? ¿O estamos ante un mensaje de cara a los comicios de setiembre? ¿Qué haría Alemania con las bases militares USA en su territorio?

Un destino de la ruta de la seda y el guiño a una UE agraviada

China podría aprovechar el aislamiento de EEUU y el agravio de una novia, la UE, despechada, para mover sus peones y articular alianzas con Europa. El cambio climático puede ser un ejemplo, pero, como se vio en la reciente cumbre bilateral, desacuerdos comerciales impiden un acercamiento. Y es que la UE sigue rechazando la consideración de China como una economía de mercado, aterrada quizás por el ímpetu de un gigante que concibe Europa como estación términus de su nueva ruta de la seda por Asia.

El grupo de Visegrado, ¿caballo de Troya para debilitar a la UE?

La reserva en plena ampliación oriental de la UE al admitir a antiguos países «comunistas» se alimentó primero con la alianza con EEUU de la «Nueva Europa», en palabras de Rumsfeld en torno a la invasión de Irak, y luego con el desembarco de trabajadores «baratos» del este en los viejos países europeos.

Quince años después, el recelo ha vuelto con fuerza tras la rebelión xenófoba del Grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, Chequia y Eslovaquia) contra la acogida de los refugiados y a favor, en el caso de Varsovia y Budapest, de una contrarrevolución cultural. Con la Rusia de Putin como reclamo autoritario en la frontera y China seduciendo a esos países con su ímpetu económico, la UE asiste paralizada al desmarque. En ello tiene mucho que ver la propia debilidad del proyecto de construcción europea. Pero, en su favor, los 4 de Visegrado tienen distintas percepciones, tanto en clave pro o antirrusa como pro o antigermana.

EBren hurrengo hauteskunde erronka, Italian

Herbehereetako eta Frantziako hauteskundeen mamuak gaindituta, Italiakoa izango da ziurrenik urte bukaeran Europar Batasunaren etorkizuna kolokan jar lezakeen hurrengo hauteskunde parada. Matteo Renzik bozak aurreratzea nahi du eta Berlusconiren Forza Italia, Llega Nord xenofoboa eta Grilloren m5S mugimenduaren babesa du. Lehen ministro ohia ziur da berak irabaziko lukeela, PD alderdian jaun eta jabe bihurtu baita. Iaz Konstituzioa aldatzeko erreferenduma galdu zuela ahaztu omen du. Bere aurkariek, ostera, ez.

Berlín sigue apretando las tuercas griegas

Incluso con el FMI apostando por un alivio significativo de la deuda griega, Alemania, en año electoral, insiste en apretar las tuercas al Gobierno de Syriza. Con ello, y quizás siguiendo un cálculo político, impide que el Ejecutivo de Alexis Tsipras pueda profundizar en la refundación política y económica que la derecha y el Pasok griegos convirtieron en fallidos. Y, lo que es todavía más grave, sigue manteniendo anclada a la UE en un austericidio que es y será su perdición.

Un dudoso modelo de profesión de fe europea

En estos tiempos convulsos, la España de Rajoy, ejemplar en recortes sociales y políticamente estable pese a estar anegada por la corrupción, ha sido presentada como modelo por la UE (no hay que olvidar que es la cuarta economía de la Unión). Rajoy y el PP han respondido con una profesión de fe europeísta que, sin embargo, podría dejarles en evidencia si reivindicaciones nacionales como la catalana (casi un cuarto del PIB del Estado) se cruzan con iniciativas como un segundo referéndum en Escocia y con una apuesta por la reunificación de Irlanda como respuesta precisamente al Brexit. ¿Es España genuinamente –y más allá de fondos de cohesión– europea?

Europako ezkerra, euskal talaiatik

Josu Juaristi EH Bilduko europarlamentaria anfitrioi lanetan zutela, GUE-NGL taldeko kide diren Europar Batasuneko ezkerreko alderdi eta mugimenduetako hainbat ordezkari izan dira joan den astean Euskal Herrian. Britainia Handian Jeremy Corbyn laboristaren emaitzen zain, ezkerrak errealismotik abiatuz nostalgiak albo batera utzi behar dituela ondorioztatu zuen Donostian izan zen «gailurrak». Hurrengo egunean Arrasaten euskal kooperatiben esperientzia eta urratsak gertutik ezagutzeko aukera izan zuten. Errealismotik utopiarantz.

Dabid LAZKANOITURBURU

Pies en el suelo y altura de miras

El alivio por el hecho de que el proyecto de construcción europea haya salido tocado, pero no hundido, de los retos electorales que ha afrontado en los últimos tiempos podría ser malinterpretado por la UE en tono de autosuficiencia. Todo establishment, también el europeo, tiene una gran capacidad de resistencia para sortear las crisis, incluso cuando estas son existenciales, como la actual.

Pero una cosa es haber logrado hasta ahora impedir el colapso total de la UE –el Brexit no ha tenido las réplicas anunciadas y sus defensores viven horas bajas– y otra cantar victoria. Sobre todo cuando, como destacan analistas como Jan Zielonka, podríamos asistir, y de hecho estaríamos asistiendo, a un proceso de desintegración de la UE «por negligencia benigna». El catedrático de política europea de la Universidad de Oxford advierte de que los estados miembros podrían buscar soluciones por su cuenta o en el marco europeo mientras mantienen la Unión como una simple fachada de relaciones públicas... De cumbre a cumbre para no arreglar nada. Un foro de debate y una suculenta cena...

Frente a ello, la UE debería encarar dos retos. El primero, romper precisamente el monopolio de los grandes estados en la gestión de la integración. Sobre todo, porque, lejos de integrar, cierran la puerta tanto a los pueblos que integran Europa como a la sociedad y a la ciudadanía europea.

Y, en segundo lugar, y en relación con esto, la UE debe ser consciente de la cara oculta de la globalización; esa que impide redistribuir los beneficios económicos y condena a la mitad de los ciudadanos europeos a vivir con temor al futuro.

Lo más probable es que no haga ni lo uno ni lo otro. Depende, pues, de la izquierda generar las condiciones políticas para forzarle a ello. Porque ni la UE va a desaparecer mañana ni el capitalismo está al borde del colapso. Nos toca trabajar con los pies en el suelo y con altura de miras.