Ramón SOLA
DESDE LAS GAteras del callejón

Ni Doloroso II ni Curioso I

La vuelta atrás más peligrosa que se recuerda en Iruñea es aquella de 1988 en que el Cebada Doloroso II retornó a los corrales desde el Ayuntamiento, sorprendiendo a todos y dejando una espantosa cogida contra las tablas del Mercado. A Doloroso II lo soltaron de nuevo casi cinco minutos después. Más fresca en la memoria está la espantada de Curioso I hace dos años, desde más abajo pero también tras cornada. Aquella mañana se optó, de modo inédito, por llevarlo a la Plaza en camión debido a la mala pinta que tenía todo lo que hacía el burel desde la víspera. Diputado repitió ayer jugada, pero sus circunstancias resultaban diferentes: lo suyo no era mala baba flagrante sino despiste evidente y reemprendió la marcha con los mansos en menos de dos minutos. Decidir en estos casos y sin margen de tiempo es complicadísimo, pero visto lo visto cabe decir que en 2015 se acertó y ayer también.