A falta de dos regatas para terminar la Liga Eusko Label, Urdaibai aventaja en tres puntos a Hondarribia en la clasificación general. Después de que en las dos últimas pruebas la «Ama Guadalupekoa» le restara su desventaja de dos en dos, los «txos» se llevaron un enorme respiro tras abrir un punto la brecha a su favor. Y lo hicieron a lo grande, estableciendo el mejor registro del campo de regateo de Boiro. Y puestos a elucubrar, dieron un aviso de cara a la calificatoria de la Bandera de La Concha del jueves.

La niebla dio una estampa especial al campo de regateo, al tiempo que frenó cualquier acometida del viento, con lo que los remeros tuvieron un campo en el que no había olas y contaba más la fuerza que otra cosa. Y convertida la regata en una prueba de ergómetro, la «Bou Bizkaia» sacó partido a la potencia de su tripulación, que mostró una fuerza considerable.

Metido en la pelea por la Liga Eusko Label, Hondarribia fue quien más resistencia ofreció, a la par de un Kaiku sorprendente, que le ganó por la mano la tercera plaza de la tanda de honor a una Orio que, debido al profundo movimiento de banquillo ideado por Jon Salsamendi, cayó hasta una sexta plaza bastante decepcionante, por detrás de Urdaibai, Hondarribia, Kaiku, Zierbena, y San Juan.

Ayer no había olas que tomar ni corrientes que gobernar; solo tocaba remar fuerte y atinar en las ciabogas. «Ha sido una regata de físico, físico y físico», resumía el remero de Urdaibai Carlos Mañas.

«Sabíamos que si cogíamos nuestra remada desde el principio y no nos volvíamos locos, íbamos a ser competitivos. Por eso, las sensaciones desde el primer largo han sido muy buenas, y con trabajo, trabajo y trabajo, ha dado su fruto», explicaba el remero de Denia, que pese a reconocer que «la Liga está emocionante y atractiva para el espectador», apostillaba que «para nosotros cada regata es una guerra».

Nadie esperaba que hubiera que remar en un campo tan calmado. El viento, de dirección variable, no sobrepasó los tres kilómetros por hora de velocidad, de modo que los banderines de las boyas no se levantaron en ningún momento. «Hemos salido a por la delantera, pero Urdaibai ha salido muy fuerte», reconocía el remero de Hondarribia Urko Redondo.

«Hemos intentado aguantarles, pero ellos iban un paso por delante, y nosotros a remolque. Nos han vuelto a quitar un puntito, pero al menos hemos quedado a gusto con nuestra regata y estando a tres puntos, todavía estamos vivos. Por eso, hay que seguir trabajando hasta la última prueba», remató.

Ondarroa acaba octavo

La trainera de Ondarroa consiguió amarrar la octava posición de la clasificación general, a pesar de que ayer no pudiera pasar de la décima plaza, siendo San Pedro octavo. Pese a todo, el club de la «Antiguako Ama» terminó con 76 puntos, por 74 de San Pedro, que aún pudo mejorar algo, pero que perdió en su mano a mano con Cabo en el largo final de la primera tanda.

Ahora todas las miradas apuntan a La Concha, pero cabe destacar el adiós de la categoría de Astillero, un club que sopesa si remar o no en la calificatoria del jueves. Ayer, los entrenados por Vasile Matei al menos evitaron la última plaza –superaron a Ares ampliamente– y pudieron despedirse con un punto de dignidad, a falta de otro consuelo.