Ni los 32 puntos de Schroeder, ni los 30 de Goran Dragic. Ni siquiera los 29 de Shengelia. Lo más destacado de la jornada inaugural del Eurobasket 2017 fue la dignidad con la que acometieron el torneo las selecciones de Finlandia y Georgia, que además derrotaron con todo merecimiento a Francia y Lituania, respectivamente, plata y bronce del Eurobasket de 2015, y medallistas de oro y plata de este mismo torneo el año 2013.

También hubo una palizas: Grecia sobre Islandia por 61-90 y 69-48 de Italia a Israel, así como un Eslovenia 90 Polonia 81 con más gente en la cancha que en las gradas –en Finlandia las vacaciones estivales se disfrutan en junio y julio, ya que en agosto el otoño está cerca y las horas de luz menguan, y las 13.45 son un horario de partido horripilante–, deprimente partido inaugural que, con todo, mostró un bonito duelo entre Dragic y Ponitka, nuevo jugador del Iberostar Tenerife, resuelto a favor de la selección balcánica.

Pero vayamos al mismo grupo A, en Helsinki, al partido en el que los Susijengi, es decir, «los lobos», como se conoce a la selección suomi, tumbaron a una Francia sin Parker, Gobert, Batum o la sensación Ntilikina –nuevo base de los Knicks y auténtico fenómeno de 18 años–, pero con De Colo, Heurtel, Diaw o Lauvergne. O el baskonista Poirier, que jugó 6 minutos y se quedó sin anotar.

Quienes sí anotaron fueron los fineses Markkanen, ala-pívot de los Bulls que se fue a los 23 puntos y 7 rebotes, así como Kotti y Salin, y Jamar Wilson, héroe del partido al anotar la canasta de la victoria ante Leo Westermann a falta de 5 segundos en la prórroga.

Pero hasta ese momento, tras un gran primer cuarto, Finlandia se bloqueó ante el físico galo. Solo Sasu Salin dio aire a los suomi para llegar 33-32 al descanso. Y tras el receso, entre Evan Fournier y De Colo, parecía que los de Vincent Collet se escapaban irremisiblemente, yéndose 70-62 a falta de 2.23 del final, tras un triple de Fournier.

Con un parcial de 2-10, los suomi empataron, errando De Colo el tiro ganador. En la prórroga, Finlandia se escapó 79-84, pero de nuevo Fournier forzó el empate a 26 segundos. En el ataque final, Jamar Wilson se la jugó y anotó, mientras que el triple a la desesperada galo se quedó en el camino.

Algo así le pasó a Lituania en Tel Aviv ante una Georgia que le echó voluntad y juego, y que supo sobrevivir a los dolores de Tsintsadze. Con Shengelia de martillo y Pachulia de padre espiritual, batieron a una Lituania que aguantó hasta el final gracias a Kuzminskas y Kalnietis.

Alemania arrancó sufriendo ante una solvente Ucrania... hasta que el base Schroeder dijo basta. Con 32 puntos y 7 reobtes, más los 17 tantos de Robin Benzing, la selección teutona logró un solvente triunfo por 75-63.

Grecia e Italia arrancan aplastantes

Israel fue una de las decepciones, al caer por 69-48 en Tel Aviv ante la Italia que dirige Ettore Messina. Menos decepcionante fue lo de Islandia, al que nadie espera sino como «perita en dulce» del grupo de Helsinki, y que sucumbió ante Grecia por 61-90, superado en el apartado físico a partir de la segunda mitad del duelo.

Israel aguantó hasta el descanso, pero tras el 36-32 del receso, la selección hebrea solo anotó 16 puntos en los siguientes 20 minutos. En ataque, solo Casspi llegó a los 18 puntos, ya que nadie más alcanzó la decena, mientras que en Italia, Belinelli y Datome, con 18 y 16 puntos respectivamente, se bastaban para que la selección de Messina viviera un estreno de lo más plácido.

Islandia respondió con un parcial de 23-11 el arranque griego: 10-26. Pero el siguiente golpe, un parcial de 12-24, fue demasiado. Pappas y Printezis fueron los líderes anotadores helenos. A.G.