Rusia resiste en el alambre
Grecia dominó de la mano de Calathes, pero perdonó con hasta 10 tiros libres errados, mientras que Shvedentró en combustión anotando 22 puntos tras el receso. En un final caótico, Khvostov clavó el tiro decisivo.

GRECIA 69
RUSIA 74
Rusia ganaba 9-13 y, 50 puntos después, volvía a verse con cuatro puntos de renta: 59-63. En medio, 30 minutos en los que Grecia dominó de la mano de Calathes y Printezis, llegó a tener 13 puntos de renta, pero que perdonó y lo acabó pagando.
Entre Bourousis y Printezis fallaron 9 de los 10 tiros libres errados por los helenos. Un Sloukas muy gris compensó las 7 pérdidas de Shved con 6 pérdidas propias, al tiempo que el propio Alexei Shved lideraba la remontada rusa, anotando 22 de sus 26 tantos tras el receso. Una remontada en el alambre, con hombres como Fridzon, Kulagin –se torció el tobillo–, Vorontsevich o Khvostov muertos de pánico, ante una Grecia que, increíblemente, no supo resolver.
En la primera mitad Rusia se agarró a Mozgov, pero el pívot de los Brooklyn Nets se fue apagando y no se bastaba. Con todo, Grecia solo ganaba por 37-31 al descanso, y había una sensación de que dejaba a Rusia con vida.
Así fue. Shved entró en combustión, y a golpe de triple metió a su selección en el partido. Grecia parecía tenerlo controlado, pero del 49-39 se pasó al 53-55 y de ahí al 60-67.
Pero a los rusos los paralizó el pánico; más tras la lesión de Kulagin y el cansancio de Shved; a triples, Calathes acudía al rescate heleno. Pero con 66-68, tras un minuto de caos y con Shved en el banquillo, Khvostov clavó a trompicones una suspensión de la que no se repuso Grecia y mete a Rusia en semifinales.

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