El italiano Andrea Dovizioso, el mallorquín Jorge Lorenzo y las órdenes de equipo en Ducati impidieron que el catalán Marc Márquez (Repsol Honda) se proclamase matemáticamente campeón del mundo en el Gran Premio de Malasia que se disputó ayer en el circuito de Sepang.

Marc Márquez se tuvo que conformar con una cuarta plaza, que mientras Dovizioso estuvo segundo le daba el título mundial por cuarta vez, pero al vencer la carrera el piloto italiano sumó doce puntos más que el de Cervera, que necesitaba que la diferencia fuese, como máximo de nueve puntos, por lo que el campeonato se dirimirá en Valencia el segundo fin de semana de noviembre.

En el salpicadero de la moto de Lorenzo, cuando era líder, apareció el mensaje «suggested mapping 8» (sugerimos mapa 8)–. Mensaje clave o auténtico, lo cierto es que en la última curva de la vuelta dieciséis Lorenzo se coló, Andrea Dovizioso se puso primero, se adjudicó la victoria y pospuso el título, que se decidirá en Valencia, donde a Márquez le vale terminar entre los once primeros aunque gane Dovizioso la carrera.

Por su parte, el italiano Franco Morbidelli (Kalex) se proclamó campeón en Moto2.