Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «En cuerpo y alma»

Una crónica sentimental al filo de la realidad

Confirmada la nueva y reconfortante ola cinematográfica proveniente de Rumanía, desde diversos rincones del Este europeo se han sumado a esta corriente creativa que entre sus puntos coincidentes destaca su intención de plasmar en la pantalla crónicas cotidianas que desarman con su aparante “simplicidad”.

El caso de “En cuerpo y alma” puede servir de ejemplo para resumir estas inquietudes que permiten al espectador descubrir, o redescubrir, un discurso que se aleja de la estridencia dramática mediante un tratamiento simple pero efectivo.

Si bien ha sido saludada por muchos comentaristas como una especie de variante de la hollywoodense “Love Story”, lo que la realizadora Ildikó Enyedi nos plantea es una muy cruda crónica urbana y sentimental que adolece por completo de cualquier artificio a la hora de recrear la muy singular relación que comparten una joven supervisora en un matadero de Budapest y su jefe.

Entre ambos se establece una relación que adolece de calor. La gelidez ambiental que se intuye en el ambiente acaba por contagiar al argumento lo cual, curiosamente, se convierte en la principal baza de la película, ya que nos coloca ante una tesitura casi incómoda en cuanto nos acercamos a esta historia de amor que arranca con tibieza debido a un engranaje cursi y a ratos un tanto ridículo pero que, en su segundo acto, adquiere una nueva dimensión en el que la sensualidad está cargada de extravagancia y crudeza. Todo ello se asoma mediante un discurso poético que constantemente se encuentra amenazado por la crudeza que enarbolan los personajes que orbitan alrededor de una crónica constantemente amenazada por el filo de una realidad que siempre se presenta amenazante.