Una de las características de la troposfera –esa primera capa de aire de la «pecera» en la que vivimos– consiste en que la temperatura disminuye con la altitud. Da lo mismo los grados que haya en la superficie. Si se gana altura, tarde o temprano se llegan a encontrar los cero grados. Y la línea ficticia –a veces accidentada, aunque generalmente plana– que marca la altitud a la que se alcanzan esos 0º C se conoce como isoterma cero.

La isocero –un dato que aparece en los partes meteorológicos de montaña– sirve para saber a partir de qué momento podríamos encontrarnos con temperaturas negativas, a partir de qué altitud podría sorprendernos el hielo… Lógicamente, es una información de gran ayuda de cara a saber si podremos realizar o no determinadas actividades y, de hacerlas, con qué equipamiento.

Lo normal –en atmósfera libre– es que esta isoterma fluctúe en invierno entre los 1.000 y 2.000 metros. Sin embargo, con la llegada de un frente frío podría llegar a bajar hasta los 600 metros o, incluso, alcanzar los 0 metros (es en este tipo de situaciones cuando se pueden producir nevadas a nivel del mar). En verano, por el contrario, puede llegar a ascender hasta alcanzar los 4.800 metros.

Los valores mencionados sirven solo para un aire en atmósfera libre. Allí donde el aire está próximo a las laderas de las montañas sufre un sobre-calentamiento durante el día y un sobre-enfriamiento durante la noche que produce alteraciones en la altitud de la isoterma. Más aún dependiendo de lo despejado que esté el cielo, de la cantidad de humedad que haya en el aire y de la velocidad del viento.

Dentro de una masa de aire la altura de la isocero puede permanecer constante en grandes áreas y variar poco entre el día y la noche. Si se mantiene invariable es garantía de que apenas habrá cambios atmosféricos. Sin embargo, sus fluctuaciones son señal de cambio de tiempo. Para hoy, en la Piedra de San Martín, Météo France anuncia una isocero a 3.200 metros; mañana a 2.900; el domingo a 1.800; y el lunes a 1.200. Un descenso indicativo de un empeoramiento.