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Otra huelga en Yerada mantiene la protesta social en Marruecos

Otra huelga general en Yerada paralizó esta provincia marroquí, en protesta por la muerte de dos jóvenes atrapados en una mina clandestina de carbón. La movilización reclama también una solución a los precios del agua y la electricidad y, en general, a la situación de abandono de la comarca. Las protestas se suman a la ola de indignación social de otras regiones como el Rif o al conflicto por la escasez de agua en el sur del país.

La huelga general convocada ayer en la cuenca minera de Yerada, en el noreste de Marruecos, prácticamente paralizó toda la provincia. Todos los comercios de la ciudad de Yerada, instituciones públicas y las escuelas cerraron, y el transporte público no funcionó.

La huelga –convocada por organismos como las tres centrales sindicales más grandes del país como la Unión Marroquí del Trabajo (UMT) y la Confederación Democrática del Trabajo (CDT), además de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos– supone un apoyo a las protestas sociales que comenzaron en la zona hace una semana tras la muerte de dos mineros al quedarse atrapados en una mina clandestina de carbón.

«Fue la gota que colmó el vaso; participo en esta huelga para solidarizarme con todos los habitantes y denunciar la marginación de esta zona y reclamar alternativas económicas», explicó Ali, comerciante de Yerada.

Los habitantes de la zona reclaman una solución a las elevadas facturas de agua y electricidad que sufren desde hace meses y, en general, al abandono de la región. Así, piden alternativas económicas en la zona que dependía en el pasado de la minería de carbón.

La protesta se suma a la movilización que comenzó hace más de un año en el Rif, desencadenada por la muerte de un vendedor de pescado presionado por la Policía, y a las del «movimiento de la sed», en el norte y el sur del país. Todas ellas, con el trasfondo de una grave crisis social en Marruecos.

«Nuestra principal demanda es que una delegación ministerial visite esta zona y dialogue, no con nosotros, sino con los jóvenes de la provincia para encontrar alternativas económicas», señaló a Efe Abdelilah Laaraj, representante regional de la CDT. Laaraj cifró en un 97% el seguimiento de la huelga en la provincia, cuya población suma más de 108.000 habitantes.

Houcine y Jedouane Dioui, hermanos de 23 y 30 años, murieron ahogados cuando tomaban muestras en los túneles subterráneos de una mina de carbón. Sus cuerpos fueron extraídos tras un día de búsqueda con medios precarios que pusieron en riesgo la vida de quienes participaron. Yerada, cerca de la frontera argelina, fue un importante centro minero por los yacimientos de antracita explotados en la zona desde los años 20, durante la época colonial francesa.

Rabat prepara tasas para la enseñanza superior pública

El Gobierno marroquí prepara una ley que instaura tasas en la enseñanza superior pública, acabando con la gratuidad. Rabat prevé aprobar la semana que viene esta reforma que, según el Ministerio de Educación, no afectará a primaria y secundaria. Las universidades marroquíes han aumentado el número de alumnos de los 780.000 del curso pasado a los 900.000 de este. El Consejo Superior de Educación, un organismo consultivo, sugirió el año pasado que las familias acomodadas paguen matrículas desde el instituto a la universidad. «La gratuidad no está en juego, son tasas de inscripción para hacer que los ricos dejen de aprovecharse», justificaba entonces el exministro de Educación superior Lahcen Daoudi. Estas declaraciones desencadenaron protestas en un país con notables deficiencias del sistema educativo: clases masificadas, cierres de centros, falta de profesores, abandono escolar... mientras las familias ricas escolarizan a sus hijos en centros privados y del sistema francés, español o estadounidense.GARA