BERA BERA 33

CANYAMELAR VAL. 14

Las buenas noticias en Super Amara Bera Bera comenzaron ya el viernes por la noche cuando Atlético Guardés derrotó al Rocasa (26-21) para así recortar distancias con el líder. Y las donostiarras, conscientes de la oportunidad de ponerse a solo dos puntos del liderato, arrollaron ayer a un Canyamelar Valencia que le costó aterrizar en la pista de Bidebieta. Consecuencia de ello, el definitivo marcador tan abultado, con casi veinte goles de diferencia: 33-14. 

Estaban con ganas las donostiarras después de casi dos meses de descanso en el campeonato regular, y más aún al haber perdido el último partido del 2017, tanto en liga en Huerta del Rey como en la final de la Euskal Kopa frente a Hotel Gran Bilbao Zuazo.

Además de la eficacia ofensiva –marcaron siete goles en los primeros diez minutos– cabe destacar la labor defensiva del conjunto de Montse Puche, que volvió a recuperar las sensaciones que tanto les hacía falta. Junto a la intensidad y la concentración, Karsten, Berasategi, Menendez y Etxeberria formaron un muro que le fue imposible de superar a la escuadra valenciana, y cuando cada poco que superaba se topaba con un Castellanos estelar –hizo hasta diez paradas en los primeros treinta minutos–. Así pues, hasta el minuto 14 no pudieron celebrar el primer gol. Para entonces, el Bera Bera llevaba nueve.

Arrojeria, Azurmendi y Ausàs

La desesperación del técnico Vicent Nogués y compañía era visible, y más aún cuando trataban de hacer cambios en la transición de ataque a defensa. La coordinación tampoco funcionó y a causa de ello, las locales llegaron hasta los 17 goles en la primera mitad. 

Cuando todo va rodado, las sonrisas son permanentes. Y más aún al ver sobre la pista a tres jugadoras ya recuperadas de sus respectivas lesiones de larga duración. Esther Arrojeria fue la primera de las tres en debutar esta temporada y lo hizo minutos antes de terminar la primera mitad. Hasta consiguió marcar un gol en el minuto 37, instantes después de que Zugarrondo detuviese un disparo de las rivales. La guardameta fue la encargada de defender el arco en toda la segunda mitad y al igual que la navarra, Monica Ausàs salió desde el inicio en el segundo acto, debutando oficialmente con la elástica del Bera Bera.

Mientras, Canyamelar mejoró pero era demasiado tarde y prácticamente imposible para llegar a meter miedo.