El llamamiento de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a suspender el reconocimiento de Israel pone en tela de juicio uno de los principios fundadores de los fracasados procesos de paz, pero pocos apuestan que el Gobierno palestino asuma hasta el final una ruptura llena de riesgos.

Ya el fin de semana, el presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, afirmó que «Israel ha acabado con los acuerdos de Oslo». No es la primera vez que amenaza con la ruptura total. Ya en verano anunció la suspensión de la coordinación sobre seguridad como respuesta a la represión masiva israelí, pero volvió a retomarla poco después.

El llamamiento del lunes del Consejo Central de la OLP expresa la exasperación de los palestinos frente a la decisión de la Administración de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.

Se trata de un llamamiento no vinculante y en última instancia será el propio Abbas quien decidirá. El Consejo pidió que la dirección palestina suspenda el reconocimiento de Israel hasta que el Estado hebreo reconozca un Estado de Palestina en las fronteras anteriores a 1967, revoque la anexión de Jerusalén Este y frenar la colonización. Reclamó asimismo que se suspenda la coordinación en seguridad.

El Consejo estima que la OLP ya no está atada a las obligaciones del acuerdo de Oslo y rechaza que Washington sea considerado ahora un mediador de paz.

El domingo, en su discurso, Abbas ya afirmó que «el acuerdo del siglo» entre israelíes y palestinos que propone Trump no es sino «la bofetada del siglo».

Dependencia de Oslo

El reconocimiento de Israel por parte de la OLP en 1988 fue el preludio a los Acuerdos de Oslo en 1993, que debían desembocar en un acuerdo de paz pero que han servido para afianzar y extender la ocupación La cooperación en temas de seguridad es uno de sus pilares. Ya en 2015 el Consejo Central de la OLP se había pronunciado a favor de romper esta cooperación, medida que nunca fue aplicada.

Zalman Shoval, exnegociador israelí, estima que la Autoridad Palestina y el mismo Abbas obtienen de Oslo lo que les queda de legitimidad. «Si no nos reconocen, es mutuo, no serán reconocidos más como la dirección palestina y habrá que encontrar a otro», señaló. El propio ministro israelí de Defensa, Avigdor Lieberman, apuntó el año pasado que «la cooperación de seguridad entre Israel y los palestinos es un interés de Abbas tanto como nuestro, si no más. Está aún con vida gracias a eso».

Analistas palestinos advierten de los riesgos para la ANP. «Si dejamos de reconocerlos, dejamos de tratar con ellos en todos los sectores, de seguridad y civiles. Prácticamente no es posible, dada la interacción e interdependencia», opina el analista Ghassan Jatib. Coinciden en que la declaración del Consejo constata la necesidad de un cambio, pero «esto hace mucho ruido, y hay pocos actos», lamentó Diana Buttu, excolaboradora y ahora crítica con Abbas.

La detención de Tamimi, castigo «para disuadir a la resistencia»

Un tribunal militar israelí prolongó al menos dos días más la detención de Ahed Tamimi, la adolescente que se ha convertido en un icono de la resistencia palestina. El tribunal decidirá hoy si la mantiene en prisión hasta el día de su juicio, lo que podría suponer meses de detención. Ahed Tamimi, de 16 años, es una de las protagonistas de un vídeo que muestra cómo, junto a su prima Nour, de 20 años, se enfrenta a dos soldados israelíes que desde la casa de la joven, en Nabi Saleh, disparaban a jóvenes palestinos. Unas horas antes los soldados habían herido de un balazo en la cabeza a un primo de Ahed de 15 años. Dos días después, la joven, su madre y su prima eran detenidas. Tamimi fue inculpada por doce cargos, ligados a lo sucedido aquel día, pero también a hechos anteriores. De hecho, hace años que es conocida por numerosos vídeos en los que se ve cómo se encara con soldados armados durante detenciones o la represión de protestas. Otro familiar, Musad Tamimi, de 16 años, fue el primer palestino muerto este año por el Ejército israelí. La abogada de Ahed Tamimi, Me Gaby Lasky, había solicitado un arresto domiciliario, argumentó que Israel viola al convención internacional de derechos del menor y negó la peligrosidad de la joven. A su juicio, Israel quiere usar su caso como castigo al activismo y para «disuadir la resistencia a la ocupación». Su madre sigue detenida sin que se haya estudiado su caso. Su prima fue liberada bajo fianza.GARA