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La milicia kurda trata de frenar la invasión de Turquía en Afrin

Las Fuerzas Democráticas Sirias, lideradas por la milicia kurda de las YPG, se enfrentan en el enclave de Afrin, en el norte de Siria, a la invasión terrestre de tropas turcas y grupos sirios aliados, en el segundo día de la operación militar lanzada por Ankara. Turquía aseguró que sus soldados y carros de combate habían tomado varias localidades. Además, continuaron los bombardeos aéreos en los que ya han muerto más de una veintena de civiles.

Soldados y carros de combate turcos invadieron ayer el cantón kurdo de Afrin en el segundo día de su ofensiva militar. El primer ministro turco, Binali Yildirim, anunció que los militares turcos entraron en territorio sirio desde la ciudad fronteriza de Gulbaba, después de que el sábado Ankara lanzara la operación con el bombardeo de aviación y artillería y provocara la muerte de diez personas.

Ayer murieron al menos otros 11 civiles en el área de Yalbra. Entre ellos, ocho (cinco de menores de edad) formaban parte de una familia de desplazados sirios originarios de la provincia de Idleb.

Las fuerzas turcas avanzaron junto a grupos armados sirios entrenados por Ankara, que los ha trasladado en los días previos desde otras zonas del país.

Según Yildirim, el objetivo de la operación, bautizada como «Rama de olivo», es establecer una «zona de seguridad» de una profundidad de 30 kilómetros a partir de la frontera turco-siria.

El Ejército turco asegura que su ofensiva es al mismo tiempo contra las YPG y el Estado Islámico, a pesar de que los yihadistas no tienen posiciones en la región de Afrin, y de que fueron expulsados por las propias YPG del territorio kurdo.

El Gobierno turco aseguró haber tomado el pueblo de Shengal y haberse adentrado cinco kilómetros en territorio sirio.

Las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias), alianza kurdo-árabe liderada por las YPG, aseguraron haber detenido el avance en Sharran, más al este, destruido tres carros de combate y matado a cuatro soldados turcos. Por su parte, Ankara acusó a las YPG de disparar cohetes que cayeron en la ciudad turca de Kilis, causando la muerte de un ciudadano sirio. Los aterrorizados habitantes del enclave kurdo sirio vaciaron las calles rápidamente y se refugiaron en los sótanos de sus viviendas y llevaban ya una semana preparándose para un posible ataque turco, almacenando alimentos básicos y medicamentos. «Hemos tomado medidas para proteger a los civiles, principalmente excavando refugios antibombas y túneles para que sean utilizados en caso de emergencia», asegura Heve Mustafa, un responsable del consejo municipal.

«Nuestro mayor miedo es que las fuerzas internacionales presentes en Siria, que dicen haber venido para combatir el terrorismo y hallar una solución al problema sirio, cierren los ojos», subraya.

Los kurdos, abandonados de nuevo por las potencias

Los kurdos de Rojava se han visto abandonados ante el ataque de Turquía a pesar de sus alianzas previas. El secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis, admitió que Turquía les informó de los bombardeos sobre Afrin antes de que se produjeran. «Nos alertaron de iban a hacerlo antes de que despegaran los aviones y estamos ahora trabajando en cómo seguir adelante», dijo. El secretario de Estado, Rex Tillerson, apoyó las «legítimas» preocupaciones de Ankara y le pidió que lleve a cabo la ofensiva «con contención». Rusia, retiró las tropas que tenía desplegadas en el enclave kurdo antes del comienzo de la ofensiva, y pidió a «moderación a las partes». Siria dijo que abatiría cualquier avión turco que entrase en su espacio aéreo y el Gobierno iraní instó a Turquía a poner «fin inmediato» a la ofensiva. En Europa, Berlín advirtió de «riesgos incalculables» y París pidió una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para «garantizar el acceso humanitario». Londres dijo comprender «la legitima preocupación» de Turquía.GARA