La asociación Eusko Moneta firmó con el Ayuntamiento de Baiona un convenio en julio del año pasado gracias al cual los ciudadanos pueden utilizar el eusko en los servicios públicos y también el propio Consistorio abre la puerta a hacer pagos con dicha moneda local.

Esta iniciativa no gustó a la subprefecta Catherine Seguin, que presentó una querella contra la decisión municipal argumentando que ese acuerdo no cumplía la ley. Sin embargo, el Tribunal Administrativo de Pau rechazó esa denuncia el 12 de enero. «El juez no podía inmiscuirse en la decisión del Ayuntamiento, puesto que, una vez firmado el convenio, la resolución se pone en marcha de inmediato», explicó Xebas Christy, miembro de Euskal Moneta Elkartea.

A partir de ese momento, la única opción para los opositores era la de querellarse contra el propio acuerdo, ya que, en este caso, no es posible recurrir la resolución del juzgado administrativo.

Así lo ha hecho el prefecto de Pirineos Atlánticos, Gilbert Payet, quien ha cursado una nueva denuncia contra el convenio. Pese a todo, el alcalde, Jean-Réne Etchegaray, se ha mostrado dispuesto de seguir con la iniciativa «hasta el final». En la misma línea, los concejales Jean-Claude Iriart y Véronique Wagner ha pedido que se les abonen sus sueldos en euskos.

Los ayuntamientos de Lekorne, Hendaia y Uztaritze también han dado a sus vecinas y vecinos la posibilidad de utilizar euskos en sus dependencias, aunque de momento sin llegar a hacer pagos con la moneda local, como en el caso de Baiona.