Joseba VIVANCO
Athletic

Iñigo Martínez es el elegido

La precipitada salida de Laporte al City, por 65 millones, obliga al club a moverse y se fija en el realista como recambio del francés.

Dicen que las oportunidades solo pasan una vez en la vida. En el caso de Aymeric Laporte, dos. Y la segunda no la ha dejado pasar. En el verano de 2016, con todo hecho y a falta de solo la firma para irse al Manchester City, el francés se echó atrás y renovó como el mejor pagado de la plantilla rojiblanca, para enfado mayúsculo de intercolutores citizens como Txiki Begiristain. El pasado verano de 2017, el jugador mantuvo negociaciones con el PSG, pero no fructificaron. Su deseo, antes y ahora, era pelear por estar en el Mundial de Rusia con la selección Bleu, y eso pasaba por jugar en un equipo ‘top’ de Champions y nunca por hacerlo en el Athletic. El martes, casi al mismo tiempo que Kepa comparecía ante la prensa para explicar su renovación, Laporte comunicaba a Josu Urrutia que el City venía a por él y él les iba a dar el, esta vez, sí quiero. Sobre la mesa, un contrato de 5-6 temporadas a razón, se dice, de siete millones de euros –aquí cobraba 4,5– libres cada una de ellas. Y la aspiración de estar en Rusia.

El fichaje se ha precipitado. La negativa del gunner Alexis Sánchez a recalar en el City dejaba a Pep Guardiola con un buen fajo de dinero calentito que se enfocó hacia un central. Desde Inglaterra se asegura que en el abanico de elegibles entró no solo Laporte sino también el realista Iñigo Martínez, precisamente la opción que desde Ibaigane se activó de inmediato nada más saber de la marcha del francés y la imposibilidad de retenerlo hasta junio. Con una cláusula de ‘solo’ 30 millones de euros por decisión propia, el de Ondarroa es el único que ofrece garantías para suplir la marcha del de Agen. Un exformador de Lezama sostenía que «dar con un central zurdo es como encontrar una pepita de oro». Ahora mismo, en Lezama, Unai Bilbo, en el filial, 23 años y nulas posibilidades de dar el salto, es el único desde la categoría cadete. La marcha precipitada de Laporte deja al primer equipo huérfano en esa posición, con solo los todavía bisoños Yeray y Núñez y el veterano Etxeita, todos diestros, para tapar ese carril. Ayer, sin ir más lejos, en el entrenamiento, y en previsión de la asuencia de Laporte ante el Eibar, Kuko Ziganda reclutó a Óscar Gil, central diestro que debutó en la ida copera ante el Formentera, y Jon Rojo, lateral izquierdo del filial.

Un rápido vistazo al mercado exterior, y desestimado un Natxo Monreal reconvertido a esta posición pero asentado en el Arsenal, limitaba este a dos alternativas que se antojan improbables: recuperar a Ramalho del Girona o retornar a Fernando Amorebieta de Independiente. La apuesta ha sido la de Iñigo Martínez. Si el jugador acepta la, se supone, jugosa oferta que se le traslade, será rojiblanco. Unas conversaciones que se agilizan ante la cercanía del final de la ventana de fichajes invernal.

Salida amistosa

Mientras el Athletic negocia su fichaje, en Ibaigane solo esperan a que el City deposite los 65 millones de la cláusula de Laporte. Será la venta más alta en la historia del club y él se convertirá en el segundo defensa más caro, tras el holandés Van Dijk, fichado por el Liverpool.

El adiós del francés era la crónica de una marcha anunciada. Desde su llegada a Lezama, con 15 años, su enorme potencial y sus aspiraciones personales con el paso de los años, estaba claro que sus miras iban más allá. De ahí la ausencia de reproches a su despedida, toda vez que ha dejado buenas temporadas de fútbol, postergó hace año y medio su salida, dejó claro que iría de cara cuando tuviera que irse y deja nada menos que 65 millones en las arcas del Athletic.

Hoy se cumplen justamente siete años de su ‘estreno’ con el primer equipo, un amistoso en Zalla de la mano de ‘Jokin’ Caparrós –jugó 45 minutos–, aunque fuera Marcelo Bielsa el que le diera la alternativa. En 2012 pasó a la primera plantilla con una clásula de 18 millones, tras poner al club en la tesitura de que o daba el salto ya o se iba. Quería jugar, triunfar y hoy disputar el Mundial de Rusia.

Parece que será mañana cuando se espera que el City deposite la cláusula en la Liga. A partir de ahí, adieu Laporte, veremos si ongi etorri Iñigo Martínez.

«Su marcha haría daño a cualquiera»

El capitán Markel Susaeta compareció tras el entrenamiento de ayer, ante una expectación similar a la del día anterior con Kepa, sobre todo por si era Laporte el que se sentaba ante la prensa. El eibartarra en ningún momento quiso entrar a dar por hecha la marcha de su compañero. Se limitó a reconocer que «con la calidad que tiene y con lo que ha demostrado, si deja el equipo haría daño a cualquier equipo del mundo y no somos un excepción». Ni siquiera entró a valorar como extraordinaria la renovación del portero. Susaeta sí lamentó que «se está hablando más de cosas extradeportivas que deportivas» y eso «no beneficia al equipo» ante «un partido que va a ser muy difícil» frente al Eibar. Esta tarde será el turno de Kuko Ziganda en la antesala, parece que mañana, para que se resuelva la marcha del francés, y quizá el técnico atisbe ya las soluciones para suplirle. De momento, el viernes, todo apunta a la pareja Núñez-Etxeita.J.V.