Save the Children anunció la suspensión temporal de todas sus actividades en Afganistán, donde está presente desde 1976 y presta asistencia a casi 1,4 millones de niños afganos, como consecuencia del ataque de ayer que fue reivindicado por el Estado Islámico y en el que murieron seis personas. Se trata del último de una serie de ataques contra ONG en el país.

«En respuesta a esto, todos nuestros programas en Afganistán han sido suspendidos temporalmente y todas nuestras oficinas están cerradas», afirmó en un comunicado.

El ataque se produjo contra la sede que tiene la ONG en Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar. Según informó la cadena de televisión afgana Ariana, durante la operación de las fuerzas de seguridad afganas fueron rescatados 46 trabajadores humanitarios, incluidas doce mujeres. Las autoridades afganas dieron por concluida la operación tras matar a los cinco milicianos del Estado Islámico que llevaron a cabo el ataque, que comenzó hacia las 9.00 con la explosión aparentemente de un coche bomba y se prolongó durante más de diez horas.

No obstante, mostró su intención de «reanudar nuestras operaciones y el trabajo vital (que realizamos) tan rápido como sea posible, tan pronto como podamos estar seguros de que es seguro hacerlo. Nuestra principal preocupación sigue siendo garantizar la seguridad de todo nuestro personal», aseguró la ONG. Denunció que «Afganistán es uno de los países más difíciles del mundo para ser niño y para trabajar para el personal humanitario». El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) tachó de «intolerable el ataque contra una organización que ayuda a los niños. Los civiles y los cooperantes no deben ser tomados como blanco». En octubre, el CICR anunció que reduciría «drásticamente» su presencia en Afganistán tras la muerte de siete de sus empleados.

En los últimos meses, el ISIS ha aumentado los ataques en zonas urbanas de Afganistán, con las mezquitas y las fuerzas de seguridad afganas en la mira. Los talibanes rechazaron su vinculación con el ataque contra Save the Children.

Jalalabad alberga a gran cantidad de talibanes y de miembros del ISIS, que convirtieron varios distritos de esa provincia en sus bases en Afganistán.