Y cuando despertó, la Euroliga seguía allí. Saski Baskonia precisa continuar con su imparable carrera en pos de la octava posición, dejando de paso descolgado a un rival más, tal y como hiciera con Unicaja la semana pasada. Esta vez toca recibir, a partir de las 20.30, la visita del Estrella Roja de Belgrado, un rival incómodo al que tocará enfrentarse con el enésimo retoque en el plantel baskonista, después de cortar a Kevin Jones.

La condición de extracomunitario de Jones ha sido el detonante de su salida. En su lugar, se espera contar con Malmanis –o traer a algún comunitario– como recambio de Shengelia para el puesto de ala-pívot, al tiempo que se rastrea el mercado que se ha liberado tras el final de temporada de la Liga China –viejos conocidos como Darius Adams o Keith Langford, o ex de la NBA como Brandon Jennings son ejemplos de un caladero de lo más jugoso– para reforzar el puesto de base o escolta con un extracomunitario realmente diferencial. Estos «juegos de manos» son ciertamente habituales en el club que preside Josean Kerejeta, pero no dejan de hacer la pascua al entrenador de turno. Así, Pedro Martínez confesaba en su alocución previa que «yo no he pedido ningún jugador».

«Estoy contento con los jugadores que tengo, no echo de menos nada y sigo obsesionado con conseguir el máximo rendimiento de lo que tengo» dijo. «El equipo debe tener una respuesta. Tenemos suficientes opciones para ser competitivos, y si hemos decidido no contar con Kevin Jones, intentaremos ser competitivos sin él», explicó el técnico, al tiempo que añadió que también cuenta con el canterano Daniel Bordignon, que ya entrena con el primer equipo tras regresar de Argentina de una cesión infructuosa por culpa de las lesiones.

Bien es sabido que el equipo de Belgrado se ha impuesto en sus tres visitas a Zurbano. También que Saski Baskonia llega a este partido tras dos partidos decididos casi sobre la bocina. En virtud de esta mixtura de antecedentes, Pedro Martínez conminaba a los suyos a «salir duro. No puede ser que nos cojan ventajas que luego nos hagan ir al límite, aunque otra cosa es la calidad del rival».

El preparador barcelonés advirtió de la «energía» de los jóvenes jugadores serbios, en contrapunto con los veteranos exbaskonistas Rochestie o Milko Bjelica, su capacidad para correr el contraataque y su buen tiro de tres, con el corolario de ser «el mejor equipo de la Euroliga en rebotes de ataque». Por eso, aconsejó «no hacer quinielas» sobre el resto «y centrarnos en nuestro propio partido».

Derrota de Maccabi

Pero las quinielas son inevitables, y no malas. A falta de lo que haga Khimki ante Unicaja, ayer Maccabi caía en Kaunas por 99-84, de modo que Saski Baskonia puede arrimarse a una victoria si cumple hoy su parte.

A golpe de triple –14 de 22–, los de Jasikevicius superaron al correoso cuadro macabeo, con Pangos, Toupane, Micic y Milaknis martilleando el aro rival.

Valencia Basket y Barcelona casi dijeron adiós tras caer ante Anadolu Efes y Armani Milano –en el Palau, y con canasta ganadora de Dairis Bertans– respectivamente. Mientras, Olympiacos espabiló de la mano de un renacido Spanoulis, y apabulló a Fenerbahçe por 95-70.

Laso no puede ganar en su partido 500 merengue

Aunque a Pablo Laso no le importen estas efemérides, el gasteiztarra dirigió ayer en Moscú su partido número 500 como entrenador del Real Madrid. Pero su equipo cayó ante el CSKA de Moscú por 93-87.

El líder de la Euroliga decidió el encuentro en el primer cuarto, un período que terminó 33-11, con Sergio Rodríguez –autor de 18 puntos– erigido en amo del partido. De la mano de Carroll y Doncic, el Real Madrid limó su desventaja, pero entre Higgins, Clyburn y De Colo, los rusos ataron el triunfo. A. G.