Joseba VIVANCO
Athletic

Lo asumen como «una final»

De Marcos se ofrece para jugar un partido crucial ante el que defiende que los jugadores «estamos al cien por cien» con el entrenador.

El martes fue Markel Susaeta el que disculpó a su entrenador por el fallido planteamiento en Girona, insistiendo en que durante la semana ya se habló de jugar con esa defensa de tres, dos carrileros y otros tres en la medular. Ayer, fue Óscar de Marcos el que salió en defensa de Kuko Ziganda, lo que habla bien de sus jugadores, aunque todos sepamos el valor testimonial que muchas veces tienen estas manifestaciones. En cualquier caso, el equipo quiere de puertas afuera enviar el mensaje de que única y exclusivamente están centrados en la «final» de este viernes ante los canarios de Paco Jémez. Susaeta ya avisó de que no era el momento de hablar del Spartak de Moscú sino de la UD Las Palmas y De Marcos reiteró ayer que se toman la cita «como una final, porque es un partido muy importante y se tiene que notar».

Quieran o no los jugadores, el encuentro de mañana se antoja una bola de partido para Kuko Ziganda, al menos ante la afición. Un tropiezo que nadie espera, pero como no se esperaba ante el Girona, significaría un divorcio definitivo entre grada y entrenador. Los jugadores, sabedores de esta delicada situación de su técnico, parecen tener claro que deben desviar este debate y centrarlo solo en lo mucho que hay en juego. Ayer, De Marcos fue muy claro al defender que «nosotros estamos al cien por cien con él, le apoyamos al máximo, queremos que nos vaya bien a todos e intentar remar en la misma dirección». Insistió en que «tenemos muy buena relación con Kuko» y que el viernes no estamos ante ninguna «final» para el navarro sino para el equipo.

El de Guardia confirmó que está listo para jugar, si el técnico lo estima. Regresa tras su tercera lesión este curso, en el que solo lleva jugados 468 minutos en Liga. Se lesionó a los 16 minutos de juego en el primer partido ante el Getafe y a partir de ahí ha participado en seis encuentros como titular, en cinco de ellos sustituido. Es «optimista», quiere sentirse «útil» y está con «muchas ganas de que venga el viernes y tener la opción de jugar algunos minutos. Me gusta imaginar que jugaré».

El alavés opta a la titularidad, como parece seguro la recuperará Kepa, en un choque en el que «hay que demostrar que el equipo quiere cambiar la dinámica y que quiere ir a por el partido desde el principio». Admite que «hay malas rachas, pero lo importante es cómo afrontarlas, porque hemos pasado por momentos complicados otras veces y lo importante es cómo se afrontan». Hoy, turno para el protagonista, un Ziganda en el punto de mira.

El «Vasco», hijo de otro «Vasco» de origen vasco

Se llama Matías Aguirregaray Guruceaga, el ‘Vasco’, y es uno de los recientes fichajes de la UD Las Palmas en este mercado invernal. Un lateral que dejó muy buenas sensaciones ante el Málaga y que Paco Jémez conocía de su paso por los Xolos de Tijuana. Seguro que para él jugar en San Mamés tendrá un aliciente especial, aunque sus apellidos tengan un origen guipuzcoano. Uruguayo, nació en Brasil cuando su padre Óscar Aguirregaray, el ‘Vasco’, militaba en las filas del Porto Alegre tras una carrera plagada de éxitos en el histórico Peñarol de Montevideo. Con los aurinegros conquistó cinco campeonatos uruguayos y hoy, a sus 55 años, hace las veces de segundo en el Alianza de Lima peruano de otra leyenda de Peñarol, Pablo Bengoechea. Los Aguirregaray son naturales de Artigas, a 600 kilómetros de Montevideo. Allí también nació un primo de Matías, Gastón Guruceaga, arquero del Guaraní paraguayo.J.V.