Apasionados de la bici que disfrutan con el auge de la de montaña
Julen Zubero, Joseba León y Josean Garrido acabaron ayer su participación en la Mediterranean Epic, con dos ex World Tour como Alberto Losada y Ondrej Cink como ganadores de las dos últimas etapas.

Julen Zubero (Lemoa, 1982), Joseba León (Trapagaran, 1977) y Josean Garrido (Ugao, 1975) acabaron ayer la primera edición de la UCI Mediterranean Epic en Oropesa con 585 participantes que compitieron, pero sobre todo disfrutaron de una especialidad de mountain bike en auge.
Eso ha atraído a dos World Tour en 2017 como Alberto Losada (ex-Katusha) y Ondrej Cink (ex-Bahrain), ganadores de las últimas dos etapas. El checo acabó segundo la general ganada por el triple campeón del mundo de relevo Jordan Sarrou. Losada iba segundo, pero una rotura de cadena cuando estaba ayer con los mejores le hizo llegar el 88º y bajar al puesto 21º.
Con ellos han corrido tres vizcainos unidos de por vida a la bicicleta. Josean Garrido corrió en profesionales en Benfica (1999), Costa de Almería (2000-03) y Quick Step (2004-06) y LA Aluminios (2007-08). Disputó Vueltas y Giros y logró tres victorias en Portugal, Catalunya y Madrid. Una vez retirado trabaja en su tienda Garri Bikes en Basauri y corre pruebas de mountain bike con otra mentalidad.
Cuatro amigos han salido con el maillot de Garri Bikes en Castellón, dormían en dos autocaravanas y Garrido cada etapa acompañaba al amigo que más sufría para acabar: «Lo importante aquí es disfrutar y hacer disfrutar a los amigos, nuestra época de competir ya pasó».
Julen Zubero sí ha disputado las etapas y fue el mejor vasco en la general, el 27º. Es hijo de Luis, profesional de 1968 hasta 1975 y alma mater de Ciclos Zubero, empresa que ahora lleva con su hermana. Corrió en el Orbea continental (2005-07) y desde entonces compite en ciclocross y mountain bike y ha ganado etapas en la Titan Desert. Luce el maillot de Ciclos Zubero: «¿Qué mejor que en carreras con repercusión mediática como la Titan se vea mi sponsor?. El aita está jubilado, pero me cubre con mi hermana. Ando en bici por ellos, si no es imposible correr más de un día».
Especialista de ciclocross
Joseba León, 64º en la Mediterranean Epic, también corrió con profesionales en Sudamérica en carretera las vueltas a Cuba, Brasil, Venezuela y Bolivia y nunca olvidará esa experiencia, pero entendió que «en la carretera era malísimo y para ir rápido y andar bien necesitaba que hubiera piedras, baches, raíces...». Se centró en la mountain bike y el ciclocross, donde es un habitual en los Top 10, como en el último campeonato estatal de Legazpi.
Su vida siempre ha estado ligada a la bicicleta: «Quería ser profesional y como no valía me quería ganar la vida dando pedales y me metí de bicimensajero muchos años. Ahora trabajo de mecánico de bicis, soy redactor de Bikezona.com, hago muchas cosas relacionadas con la bicicleta y me llega para sobrevivir e ir a las carreras. Intento trabajar lo mínimo posible. Toda la vida me han criticado por ello, aunque no soy hipócrita, tengo unos padres que se han matado a trabajar para que yo haga lo que más me gusta».
Lleva la furgoneta del negocio de su padre, Fontanería León, a las carreras. A los 40 años «uno es un veterano y noto que me cuesta más físicamente, pero cada vez voy más rápido ahorrando energías, no cometo errores y me mantengo en los puestos».
Julen Zubero también admite «el veneno que tenemos metido. Nos gusta competir y disfrutar. Antes iba a una carrera y todo era cuidarte, ahora vamos a otro rollo. Nos gusta sufrir, pero más disfrutar y viajar, lo que más me gustan son las carreras de montaña de larga distancia».
Hace un balance muy positivo de sus tres años con Orbea: «Estoy encantado, he corrido muy buenas carreras y me he entrenado con gente como los Etxebarria y Mayo. Pero el ciclismo no solo es la carretera. Haces la apuesta y todo el mundo quiere ser Indurain o Beloki, pero si no puedes ¿por qué no probar otra cosa y disfrutar de la bici de otra forma en el mountain bike? Es otro rollo. En carretera van de la carretera, al autobús y al hotel. Aquí acabas la carrera y te echas una charla en la meta, quedas a tomar un café o una cerveza».
Agradece que surjan carreras por etapas, pero para él hay una especial: «Siempre intentas hacer algo diferente, pero llevando seis años en la Titan Desert es mi objetivo de cada año. Si sale bien y gano otra etapa, encantado».
Joseba León también se marca el objetivo de correr la Titan Desert: «Es una prueba a la que hay que ir una vez en la vida y seguro que iré. Algunas pruebas han puesto precios de inscripción desorbitados, pero a través de Bike Zona podemos echar mano de algunas marcas que me ayudan y he corrido pruebas en Sudamérica y las Mega Avalanches, las prueba de descenso más largas del mundo. Fui undécimo en Alpe d’Huez y gané en Cuzco en Perú, las pruebas de los 10.000 del Soplao y Los Monegros... He corrido varios ciclocross en Bélgica... Me lo paso igual de bien en una carrera de pueblo con cuatro amigos que en una prueba con los mejores del mundo».
Pero tanto él como Josean Garrido destacan que «lo bueno de estas carreras es que un globero puede correr con el campeón del mundo. Eso en la ruta no pasa, no puedes correr con profesionales. Es la diferencia entre la mountain y la ruta».
Eso supone una fuente de ingresos para los organizadores. En Castellón los no invitados pagaban 245 euros por las cuatro etapas y 139 por las dos últimas y así cubren una parte importante de los 150.000 euros de presupuesto, una cantidad y una organización que para sí quisieran las pruebas de ruta que no están en el World Tour.
Del World Tour a la tienda
Josean Garrido destaca que «desde siempre he estado ligado a la bicicleta y me he ganado la vida con ella, antes corriendo y ahora con la tienda. Es una afición que la llevo muy dentro y cuando dejé de competir mi intención era seguir vinculado al ciclismo e intento ayudar a los chavales en mi club en Ugao y con Garri Bikes». Por eso agradece que cada vez haya más carreteras de mountain bike y el auge de la especialidad: «Se nota en la tienda. De cada diez bicis que vendo o vienen al taller ocho son de montaña. La gente le coge miedo a la carretera por los atropellos y también duran menos. La de ruta aguanta diez años y la de montaña dos».
Garrido diferencia cómo disfruta ahora y como lo hacía de profesional en el World Tour: «Cada momento es diferente. Cuando era profesional disfrutaba al salir cada día a entrenar y en competiciones. Ahora disfruto de las carreras y de lo que haces después. Cuando eres profesional vas de la carrera al hotel y ahora puedes echar una cerveza y estos cuatro días hago cosas que como profesional no podía hacer. Lo que más valoro es disfrutar de la bici, aunque lo importante es acabar la carrera sano y salvo, no caerte. Porque hay que ir a currar. Y lo que te permite el mountain bike es disfrutar de paisajes. Es una cosa que me tiene enganchado».
Lo mismo trasmite el actor y presentador de televisión Santi Millán, que da más repercusión a las carreras en las que participa con el equipo Imparables que capitanea y con el que también corre su compañero de escenarios Xavier Sancho. El sábado contaron con el apoyo de Florentino Fernández, Flo. Van acompañados de un equipo que graba su show cada salida.
Millán destaca a GARA que «es una afición que tenemos y nos lo pasamos bien, disfrutamos como un grupo de amigos. Es como un campamento para adultos. Es un deporte de riesgo, pero intentamos hacerlo con prudencia. No vamos a muerte como los primeros. Intentamos conservar sobre todo el físico, un accidente podría ser delicado para nuestras profesiones y nos lo tomamos con calma. Para nosotros, es turismo activo con dorsal».
Nada tienen que ver con la competición, pero ellos, corredores como Cink y Losada que prefieren la montaña a la ruta y especialistas como Sarrou y Coloma, dan una repercusión mayor al mountain bike.
Losada gana sin su pareja Ibon Zugasti
Alberto Losada logró el sábado a los 35 años su primer triunfo en mountain bike tras no poder estrenar su palmarés en la ruta con Kaiku (2006), Caisse d’Epargne (2007-10) y Katusha (2011-17). Su carrera es atípica. Hasta los 19 años corría en mountain bike, dejó el ciclismo y empezó a trabajar en un bar y allí conoció a otro tipo especial, Ibon Zugasti, que le animó a probar la carretera con 21. Ahora corren juntos por parejas. Debutaron en la Costa Blanca Bike Race en enero y disputarán en marzo la Cape Epic en Sudáfrica.
El catalán explica a GARA que «Ibon ha sido parte de esto. Se lo agradezco mucho por motivarme a correr al máximo nivel. Desde jóvenes hemos estado juntos y es un referente para mí. Tendré carreras individuales para disputarlas y llegar adelante y en las de parejas correremos casi todas juntos y me las tomaré de otra manera. Lo haré lo mejor posible con él».
Añade que «la montaña me ha tirado desde pequeño, quería acabar mi carrera profesional haciendo lo que siempre me ha gustado. El año pasado sentía que necesitaba un cambio y he acertado. He disfrutado en la carretera muchísimo, pero hay que buscar nuevos caminos y me apetecía volver a los orígenes».
Ibon Zugasti (Lezo, 1972) es otro de los atractivos del mountain bike. Campeón estatal de banco móvil en 1988 como timonel con Pasai Donibane junto a Lasurtegi, Oiartzabal, Ugartemendia y Sistiaga, a los 17 años se fue a Barcelona, donde vive. Estudió Diseño Gráfico y tenía un buen trabajo que dejó para ser ciclista. Debutó en profesionales con 39 años con el Start paraguayo en ruta en 2012. Tras dos años se pasó al mountain bike y es un fenómeno social. Tiene 111.000 seguidores en Instagram, 27.000 en Twitter y 76.000 en Youtube y con sus videos ha logrado el patrocinio de Orbea y de otras marcas y gana más que cuando corría con profesionales. Comparte piso con otro rey de las redes como Valenti Sanjuán, fichado por BH. Cada uno hizo una convocatoria a sus seguidores en Donostia y Gasteiz y cientos de ellos les acompañaron con sus bicicletas...J.I.

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