Ingo Niebel
CONFERENCIA DE SEGURIDAD DE MUNICH

La Conferencia confirma la gran inseguridad global

La anual Munich Security Conference (MSC) constató que la política internacional ha retornado a los riesgos de guerra de gran escala tal y como existían a finales de la década de los años 80. Las amenazas de unos y el silencio de otros se han mezclado con intereses particulares. La militarización de la política internacional avanza.

Dicen que el pesimista es un optimista bien informado. «Las luces de alarma se han encendido», advirtió el presidente de la MSC, Wolfgang Ischinger, que ostenta el rango diplomático de embajador, cuando el viernes inauguró la tradicional conferencia en la capital bávara. Antes de dirigirse a los invitados, congregados en el lujoso hotel Bayrischer Hof, envió un tweet, preguntando «¿Hacía el abismo - y de vuelta?». Después de tres días de reuniones, en las que participaron una treintena de jefes de Estado y de Gobierno y más de un centenar de ministros, Ischinger compartió también su conclusión a través de las redes sociales: «Las cosas irán a peor en vez de a mejor. Los riesgos aumentan. ¿Distanciarse del abismo? ¡Realmente no!».

El pesimismo del anfitrión de la MSC sorprende. Hasta ahora el encuentro siempre ha servido por un lado, para que la OTAN o sea EEUU, la UE y Alemania como anfitriona, presenten sus políticas. Por otro, servía para que políticos y diplomáticos de estados enemistados aprovecharan para hablar a puerta cerrada sobre lo que no podían tratar en público. Sin embargo, el ambiente de la 54a edición de la MSC ha sido bien distinto porque el pesimismo mostrado por Ischinger parece haber sido la tónica general debido al silencio de Washington y a las amenazas lanzadas por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, contra Irán. El ministro de Exteriores iraní. Dyavad Sarif. advirtió a su vez de que el mundo lo lamentaría si EEUU cancelase el acuerdo nuclear.

Los aludidos mantuvieron un insólito silencio. Aunque Washington estaba representada por su ministro de Defensa, James Mattis, este no tomó la palabra. El semanario “Der Spiegel” concluyó que EEUU ha dejado de ser una potencia de orden, pasando del «America first» a la «América sola».

En este contexto, el ministro de Exterior en funciones alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel (SPD), siguió por el sendero que le había abierto Ischinger con sus declaraciones pesimistas. «La paz olímpica, tan loable, por ahora solo puede frenar la altamente peligrosa escalada en torno al armamento nuclear», advirtió.

«En Oriente Medio el conflicto sirio, siendo un conflicto civil y en representación de otros, se mueve en una dirección que significa un peligro real de guerra incluso para nuestros socios más íntimos», siguió. Resumió que «la creciente pretensión de China de liderar globalmente, las pretensiones de Rusia, el renacimiento del nacionalismo y del proteccionismo, todos estos fenómenos causan cambios masivos en un nuestro orden mundial con consecuencias incalculables».

Gabriel no mencionó que Alemania es parte de estos problemas por su intervención encubierta en Siria y los tanques alemanes Leopard 2, que usa Turquía en su actual ofensiva contra los kurdos, por citar solo dos ejemplos. El socialdemócrata utilizó su intervención ante todo para poder continuar en su cargo si su partido forma por fin la Gran Coalición con la canciller Angela Merkel (CDU). Justamente durante la MSC, Gabriel pudo anunciar que después largas negociaciones – encabezadas por él– Ankara había puesto en libertad el periodista alemán Deniz Yücel. Desde entonces el Gobierno alemán repite que no hubo trueque por la liberación a pesar de que los Leopard turcos necesitan una rápida modernización por parte de la casa matriz alemana.

A todos los problemas mencionados Berlín no puede ofrecer soluciones por el momento con un gobierno solo en funciones, unas Fuerzas Armadas altamente deficientes y con un proyecto de Defensa europea que no sintoniza con el francés.