La cuestión de los recibimientos a presos vascos estaba siendo política y judicialmente pacífica en los últimos tiempos. Las posiciones en el tema de los presos evolucionan paralelamente hacia los consensos. Y van apareciendo sintonías también entre víctimas diferentes, como mostrarán las jornadas del Foro Social esta semana en Iruñea y Gasteiz. Este panorama constructivo lo ha sacudido ahora una mínima acción del PP, que el domingo decidió concentrarse ante el recibimiento en Andoain a Iñaki Igerategi e Inaxio Otaño tras seis años de cárcel. Dijeron hacerlo en nombre de las víctimas de ETA, aunque el grupo (solo seis personas) era en realidad una representación del PP con dos de sus líderes: Amaya Fernández y Borja Sémper.

Los participantes en el ongi etorri hicieron caso omiso de la acción y no hubo incidente alguno, pero ayer diferentes medios le concedieron gran relevancia. Y acto seguido vinieron las iniciativas judiciales y el revuelo político. En el primer ámbito, la Fiscalía de la Audiencia Nacional anunció la apertura de una investigación, que incluirá la petición de un informe policial sobre presunto «enaltecimiento del terrorismo», mientras Covite anunció denuncia reprochando que muchas veces ha llevado estos actos a los tribunales «sin éxito».

En la parcela política, las posiciones se tensaron. Si bien en una entrevista a Onda Vasca a primera hora Itxaso Atutxa (PNV) cargó contra el PP acusándole de «retrotraerse al pasado e intentar sacar réditos políticos», poco después el lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, dio por buena la tesis de que estos recibimientos humillan a las víctimas de ETA. Mostró su «rechazo a cualquier tipo de acto que pueda ser ofensivo para las víctimas. Lo rechazo de plano».

Urkullu aludió a la proposición no de ley presentada por el PP en el Parlamento de Gasteiz contra estos actos, que es obviamente el marco general de esta acción de Andoain. No apuntó qué posición tomará el PNV sobre esa propuesta, pero de modo general sí consideró que «el Parlamento Vasco debería hacer un pronunciamiento claro» sobre estos recibimientos.

Tanto el PP como la Delegación del Gobierno se extendieron en calificativos despectivos sobre los exprisioneros que han agotado su condena: «Canallas», «criminales», «soplones»... El PSE dijo haber sentido «vergüenza y rabia» por el acto, breve y similar a otros recibimientos, y forzará un debate el jueves en el Consistorio de Andoain.

Desde Sortu, su líder, Arkaitz Rodríguez, subrayó en Radio Euskadi que «el PP permanece anclado en el pasado y busca estirar ese chicle».

Cristóbal, excarcelado desde Algeciras 21 años y medio después

Anoche se esperaba en Sondika la llegada de Karlos Cristóbal, excarcelado a primera hora de la mañana desde la prisión de Algeciras, la más alejada de la Península.

Deja atrás 21 años y medio de cárcel ininterrumpida. Familiares y amigos le acompañaron en el camino de vuelta a casa tras ser recibido fuera del penal andaluz con un aurresku y posar con símbolos por la repatriación de los presos. Se habían desplazado hasta allí en un autobús que partió de Euskal Herria el domingo por la tarde y su llegada se esperaba bien entrada la noche de ayer.

Karlos Cristóbal fue detenido a finales de julio de 1996 en Pontevedra por la Guardia Civil junto a Arantza Garbayo y Aitor Fresneda, y vuelve a Sondika tras agotar completamente las condenas impuestas.

En Algeciras quedan aún diez presos y presas vascos más, lo que la convierte, pese a ser la más alejada del Estado español, en una de las más frecuentadas para Euskal Preso Politikoen Kolektiboa

Por los derechos de los presos se concentraron en la noche del domingo en Altsasu 18 personas, y las movilizaciones tuvieron continuidad ayer en distintas localidades de Euskal Herria. En Euba se concentraron cinco personas, 15 en Zaldibia, 46 en Iruñea, ante la sede del PP en protesta por los juicios y la dispersión; 20 en Gernika, 32 en Ondarroa, 39 en Laudio, 25 en Iurreta...