Natxo MATXIN
ANAITASUNA - COPA EHF

El inocuo ataque navarro no puede con el muro berlinés

La escuadra navarra solo pudo igualar fuerzas y mostrar su mejor cara durante los dos primeros cuartos de hora de cada parte. En el tramo final del encuentro, los anfitriones firmaron un demoledor parcial de 10-2.

FüCHSE BERLIN 34

ANAITASUNA 23


Anaitasuna sufrió su tercera derrota consecutiva en los cuatro encuentros de EHF que ha disputado hasta el momento, siendo la de ayer la más abultada ante un rival que demostró su mayor fortaleza en propia pista y ante cuyo potencial bien poco pudieron hacer los dirigidos por Juanto Apezetxea.

El Füchse Berlin llevó el control del partido prácticamente durante toda la hora de juego, pues la escuadra navarra solo llegó a igualar sus fuerzas con los teutones en los dos inicios de ambas partes. Fue únicamente en esos tramos del envite en los que los blanquiverdes mostraron su mejor cara.

De nuevo, y como ya ocurriese en el compromiso de hace una semana en La Catedral, Anaitasuna padeció mucho en ataque frente a un muro berlinés que resultó casi impenetrable durante muchos minutos. Además, le penalizaron en exceso las varias exclusiones con las que fue castigado, inferioridades que los anfitriones supieron aprovechar para sacar tajada.

Sin ser un calco de lo sucedido en Iruñea, sí que hubo algunas coincidencias que resultaron determinantes. Por ejemplo, el papel estelar bajo palos de Heinevetter, con algunas paradas increíbles que minaron la moral de los navarros, y la solvencia ofensiva de Lindberg, sobre todo desde los siete metros.

Contra semejante capacidad, los de Apezetxea contrapusieron mucho desgaste físico y corazón, pero menor eficacia, fruto de la innegable diferencia de calidad. En esta ocasión, tampoco funcionó del todo la defensa 4-2 –solo durante un primer tramo–, de la que los germanos venían avisados y que sí supieron atacar, sobre todo en los últimos diez minutos, que fue cuando abrieron la mayor diferencia en el electrónico.

Como ya se ha mencionado, Anaitasuna resultó competitivo en los primeros cuartos de hora de ambas mitades. La igualdad se mantuvo en el luminoso hasta que el histriónico Silvio se enchufó al encuentro. Dos paradas suyas coincidiendo con la exclusión de Mota –la primera que decretaron la pareja suiza– marcaron el despeque definitivo de los locales hacia el minuto 18.

Solo dos goles en 12 minutos

La brecha pasó de una contenida diferencia de 8-7 –Ugarte anotó la séptima diana blanquiverde con un buen movimiento en el pivote– a un casi definitivo 17-10 con el que se llegó al descanso. Durante esos últimos diez minutos del primer tiempo, el cuadro navarro apenas jugó en igualdad numérica –fueron excluidos Nantes y Oswal- do– y ello le lastró de manera decisiva al recibir sendos parciales de 3-0 que permitieron a los zorros encarrilar el encuentro hacia sus intereses.

Buscó Apezetxea un nuevo desconcierto en las filas del adversario poniendo en liza el arma de ese 4-2 que en La Catedral a punto estuvo de dar una alegría. Y la realidad es que en los primeros compases el arriesgado plan volvió a dar sus frutos, hasta el punto de que un gol de Gastón en el minuto 48 puso a los visitantes a solo tres dianas (24-21), pero esa defensa requiere un desgaste físico demoledor que acabó pasando factura.

Entre que el Füchse le cogió el tranquillo a cómo superar tan innovador escollo y que la falta de oxígeno afectó a la hora de encarar la portería alemana, los anfitriones se marcharon con decisión, y ya de manera definitiva, en el marcador. En esos poco más de doce minutos, Anaitasuna apenas fue capaz de anotar dos tantos, señal inequívoca de que llegó con las fuerzas muy justas a la recta final. Con el partido ya finiquitado, hubo premio para la cantera, pues Apezetxea recompensó con minutos a Elustondo y Adarraga.