Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

Ante el Zalgiris y las bajas

Shengelia y Granger siguen siendo duda hasta última hora. En la ida, Saski Baskonia arrolló por 77-97.

Saski Baskonia sigue intentando remontar hasta la octava plaza de la Euroliga, y para ello deberá superar esta noche a partir de las 20.45 nada menos que a Zalgiris. Un rival de cuidado que pelea por acabar la Liga Regular como cabeza de serie, garantizándose el factor cancha en los cruces, con el añadido que en el bando gasteiztarra vuelven a asomar las lesiones como un fantasma recurrente.

Sabido es que Marcelinho Huertas se perderá este partido por culpa de un esguince en la muñeca izquierda, mientras que queda la duda de Jayson Granger y Tornike Shengelia. Ambos jugadores se perdieron el choque liguero del pasado domingo frente al Joventut por precaución, pero no es seguro, según admitió ayer Pedro Martínez, que vayan a poder llegar al partido de hoy, sobre todo en lo que se refiere al ala-pívot georgiano.

«Por esperar, tengo la esperanza de que lleguen, pero van muy justos, sobre todo Shengelia. No ha entrenado ni ha hecho nada; tenemos la esperanza de que esté mejor y nos eche una mano, pero incluso en caso de que esté, no debemos esperar mucho de él porque no ha estado en la preparación del partido», advirtió.

Eso sí, el preparador catalán añadía varios matices a esta «venda anterior a la herida». Por una parte, subrayó que las posibles ausencias «no nos condicionan nada para dar el máximo. Tengamos a los que tengamos, el objetivo es dar el máximo», aunque reconocía que «para ganar, las bajas siempre condicionan. Otras cosas no dependen exclusivamente de nosotros, pero dar el máximo, sí».

Guardar la serenidad

En la primera vuelta, Saski Baskonia pasó por encima de la escuadra lituana. Con 19 puntos y 8 rebotes de Shengelia, más 14 tantos, 7 asistencias y 5 rechaces de Granger –aportación a la que hay que sumar a Beaubois y Voigtmann–, el cuadro gasteiztarra apabulló a los de Jasikevicius por 77-97.

Aquel lejano 16 de noviembre el base canadiense de Zalgiris, Kevin Pangos, cuajó una actuación muy por debajo de su nivel: en blanco, con 0 de 6 en el tiro, cuatro pérdidas y una valoración final de -3. Cabe suponer que el peligro del cuadro lituano será todavía mayor en la persona de su base titular, que promedia 13 puntos y 6 asistencias.

«Hay que tener la serenidad de ver que, aunque estemos en la recta final, esto es un camino largo y aún queda mucho», explicaba Pedro Martínez. «Este no es un partido clave en el que nos la juguemos todo; nosotros ganamos los partidos desde el esfuerzo y de hacer las cosas al límite. Tenemos momentos muy buenos y otros en los que sufrimos. Más que ganar, hay que intentar dar siempre el máximo, a nuestro límite, porque el objetivo es llegar con opciones a la jornada 30», acabó.