Arturo Puente
Periodista
JO PUNTUA

La España recuperable

Recomiendo a todo el que tenga interés en federalismo y organización territorial que lea el interesante proyecto de reforma constitucional que aprobó el Consell valenciano. Resumiéndolo rápido, el gobierno Puig-Oltra pretende acometer un cambio similar al que en su momento intentó Pasqual Maragall desde el estatuto catalán, solo que en el caso valenciano dirigido hacia la Constitución. Si los catalanes intentaron hace una década levantar el suelo, con la esperanza de que así se impulsase el techo, ahora los valencianos proponen estirar del techo para arrastrar el suelo.

El texto es audaz y, de aprobarse tal como esta, podría solucionar para muchos años muchos de los problemas que aquejan a las naciones que se sienten encerradas en España. Pese a eso, lo más llamativo del documento es el poso de pesimismo que lo impregna, mimetizado con el clima político en el que nace. España, bien lo saben sus autores, está pasando de una recentralización lenta pero implacable a una exaltada y orgullosa.

Cuando el Tripartit negoció el Estatut con Zapatero el clima era justo el contrario. El optimismo de la reforma constitucional asimetría camuflada en carta autonómica era el espíritu de un texto basado en la idea de que había una España nueva, plural y, en definitiva, reformable. Muchos catalanes comprobarían pronto que esa España, de existir, no era suficiente para sus aspiraciones. Pero durante la década siguiente la España reformable ha seguido siendo la música de fondo, alentada por un grupo de españoles que prometían la reforma.

Encarrilada la segunda legislatura de Rajoy, con un Rivera en auge y un Sánchez plegado al discurso españolista, el debate territorial en España ha dejado de pensar en la reforma. Ni siquiera para los reformistas es creíble. De lo que se trata ahora es de dar con la clave para parar la deriva regresiva. Y de convencer a las naciones de que hay una España no reformable sino al menos recuperable. Deberán comenzar explicándoselo a los valencianos. Cojan palomitas.