gara, donostia

Xabier Egaña exhibe en la basílica donostiarra sus libros «manipulados»

La basílica de Santa María del Coro de Donostia muestra hasta el 25 de junio varias obras del artista bizkaitarra Xabier Egaña. Se trata de libros quemados, cortados o cosidos entre herrajes y cementos conforman la serie de esculturas mediante la que Egaña reinterpreta con criterios actuales conceptos tradicionales del arte sacro.

Libros quemados, cortados o cosidos entre herrajes y cementos conforman la serie de esculturas que exhibe la basílica de Santa María del Coro de Donostia, en la que el artista bizkaitarra Xabier Egaña reinterpreta con criterios actuales conceptos tradicionales del arte sacro.

La muestra “Libros”, integrada por diez obras de pequeño formato y dos cruces en forma de mural, fue presentada en el templo donostiarra por el propio autor y Edorta Kortadi, director del Museo Diocesano de Donostia.

Las piezas han sido dispuestas en la nave trasera del templo, junto a la pila bautismal y la entrada al Museo Diocesano así como por la Cruz de alabastro de Eduardo Chillida, que preside la composición.

Xabier Egaña (Las Arenas, 1943), autor en 1979 de los murales que decoran las paredes del Camarín de la Virgen en el Santuario de Arantzazu, en Oñati (Gipuzkoa), recordó que el arte religioso, en este caso hecho con libros de su propia biblioteca y materiales de desecho, constituye una parte importante de su trayectoria creativa.

En las obras que expone ahora, transmite sus propias vivencias, en torno a «los libros con los que ha crecido y aprendido toda la vida» y a los que homenajea con estas creaciones en las que quiere mostrarlos como «lugar de dobleces» o «sueño de fantasías».

Así presenta el autor su pieza titulada “Miramos y no vemos nada”, que él mismo definió en la presentación como «una parodia de la silla eléctrica» a la vez que un reconocimiento a Grünewald, pintor alemán del Renacimiento cuya obra definió como «portentosa».

“Cruz, libro y bayoneta” es una de sus piezas más «violentas», opinó Egaña, quien aborda en “Libro con alambrada” la constante «separación» en la que a su juicio viven los seres humanos por la constante «incomunicación».

No falta en la pequeña muestra su particular homenaje a Van Gogh con un zapato literalmente insertado en un tomo, ni una provocativa obra titulada “Euskararen Eguna” en la que la cinta con la bandera española de una antigua saca de Correos amordaza otro tomo.

Completan la exposición, una cruz que creó en el año 1985 y otra de su amigo Juan Ayesta, titulada “La Crucifixión Andetxa”, fruto de una colaboración espontánea entre ambos.

La muestra permanecerá en la basílica de la Parte Vieja de Donostia hasta el próximo 25 de junio.