El director del Museo Artium de Gasteiz, Daniel Castillejo, anunció ayer que dejará su cargo el próximo 21 de octubre, cuando cumplirá diez años en la dirección, y que se va con una sensación «agridulce», ya que la crisis le ha impedido llevar a cabo todos los proyectos que quería.

Explicó que la decisión de no continuar al frente del museo alavés es personal y añadió que cree en las «buenas prácticas» de limitar la duración de los mandatos y que aunque desde 2013 tenía un contrato indefinido ha optado por acogerse a la «primera versión» de su contratación que establecía cinco años más otros tantos prorrogables.

Castillejo reconoció que estos diez años han sido «muy intensos porque se ha «comido la crisis de la A a la Z», un hecho que ha provocado que el museo haya perdido un 31% de su «músculo económico» y que a él le ha pasado factura tanto en lo laboral como en lo personal.

Limitaciones económicas

Limitó sus «desencuentros» con las administraciones a las cuestiones económicas ya que, según contó, en materia de contenidos ha propuesto «verdaderas locuras de exposiciones» y le han respetado.

Afirmó que la tarea de «resistir», de evitar que el museo desapareciera, se ha comido gran parte de su trabajo y le ha afectado mucho en lo personal y no ha sido nada «saludable» para él.

«No me voy, no me jubilo, trabajaré codo con codo con el que venga», remarcó en su comparecencia Castillejo, que, sin embargo, dijo que con su renuncia se quita «mucho peso de encima» y que a partir del 21 de octubre seguramente se reirá más.