Estuvo presa por manifestarse al lado de los campesinos cuyas tierras quedaron contaminadas por el accidente nuclear de Palomares. Tras ser amnistiada en el 69, fue perseguida por su novela “La Huelga”, aunque ya había emprendido el camino del exilio. Se congratuló con Fidel Castro por la revolución y rechazó ser compensada por la expropiación comunista del patrimonio de su familia en Cuba. Fue señalada por colaboración con ETA. Se casó, parió, se separó, se entregó a la desobediencia, a la desviación y a la juerga. Cuando sus tres hijos repiten que era un monstruo, dejan claro el conservadurismo y la avaricia que les mueve. Y que La Duquesa Roja fue una madre abiertamente desapegada. «Estuvimos muchos años sin verla, mientras ella se gastaba nuestra fortuna en bacanales lésbicas parisinas». No es mala manera de dilapidar tu propia herencia.

Liliane Dahlmann, su pareja durante más de veinte años, con la que Isabel Álvarez de Toledo se casó horas antes de morir hace diez años, pasando el título nobiliario más antiguo de España de mujer a mujer por vía matrimonial, acaba de anunciar que el impresionante archivo histórico de la Casa Medina Sidonia, más de seis millones de documentos, están siendo digitalizados. La Duquesa Roja hizo otro sobresaliente uso de su legado familiar: fue una apasionada y prolífica investigadora empeñada en desmontar todas las patrañas sobre las que dice haberse fundado el imperio español. El descubrimiento de América, la Reconquista, la unidad territorial… Se puede nacer en la cima de (casi) todas las oligarquías y dedicar tu vida a defender a las multitudes desheredadas de la tierra, como hizo ella. Y a orgías sáficas.

Primero fueron las braceras rumanas, después las marroquíes, ahora las andaluzas, el SAT las apoya denunciando el acoso sexual que sufren por parte de capataces en el campo de Huelva. Como siempre, corren peligro las trabajadoras desplazadas más vulnerables: así comenzó el feminicidio en las maquilas de la frontera mexicana. Hoy La Duquesa Roja, sin duda, estaría con ellas.