POLONIA 1

SENEGAL 2

Tirando de velocidad y eficacia, Senegal sorprendió a una paupérrima Polonia que solo reaccionó en el tramo final cuando ya no había remedio a la derrota. La selección africana no dejó caer en saco roto los regalos que el combinado polaco permitió atrás y que fueron letales frente a un rival eléctrico.

Todo se desmoronó para los de Adam Nawalka a pocos minutos para el descanso, cuando una arrancada senegalesa culminó en un disparo de Gueye que Cionek, en su intento de despeje, acabó desviando la trayectoria original que se marchaba claramente fuera de portería. Hasta ese momento, la contienda había transitado por unos cauces más o menos equilibrados, con Polonia buscando llevar la iniciativa y Senegal esperando a salir rápido.

Esos puñales se tornaron todavía más afilados en la segunda mitad. El marcador favorable propiciaba el estilo futbolístico de los leones de Teranga que amenazaban con dar otro sopaso, máxime con el cambio táctico ejecutado por Nawalka, pasando a defensa de tres y dos carrileros, arriesgando el todo por el todo a la búsqueda de una igualada que no llegó.

La puntilla la puso Niang en una jugada extraña. El delantero estaba en banda tras ser atendido médicamente, volvió a entrar en el césped –la polémica radica en si el árbitro le dio permiso o no para hacerlo– y sorprendió a la espalda de Bednarek, que no se percató de su salida, superándole en velocidad a él y al guardameta Szczesny para anotar a puerta vacía.

Jornada para secundarios

El 0-2 hundió a los liderados por Lewandowski –una falta y poco más del delantero del Bayern–, quienes con cada acción recibían la pitada de los suyos desde la grada. Una falta lateral volvió a meterles en el encuentro a escasos cuatro minutos del tiempo reglamentario, cuando Krychowiak remató de cabeza pillando a contrapié a un seguro Ndiaye. No dio tiempo para más en un partido donde brillaron actores secundarios –Mané tampoco tuvo su día– y jóvenes talentos interesantes.