El duelo entre Rafa Nadal y Juan Martín del Potro en el segundo turno de la pista central hizo que la organización progamase el Roger Federer-Kevin Anderson en la pista 1. El suizo había disputado consecutivamente los últimos 19 partidos de su historial en Wimbledon en esa pista central. La última vez que no jugó en La Catedral fue en 2015 en los cuartos de final contra el francés Gilles Simon. Pues ayer le trajo mala suerte cambiar de pista, porque vio cómo el sudafricano Kevin Anderson salvaba una bola de partido y lograba lo que parecía imposible, vencer en el templo del suizo, por 2-6, 6-7 (5), 7-5, 6-4 y 13-11, para alcanzar por primera vez las semis en este Grand Slam.

El gigante de Johannesburgo cambió el signo del choque cuando en el tercer set, con 5-4 para el de Basilea, y sirviendo el sudafricano, un tiro de revés de Federer se fue a la red. Se esfumaba así una bola de partido para el suizo, que casi dos horas después, perdía por primera vez en Wimbledon, desde las semifinales de 2016, contra Raonic.

El rival de Anderson será John Isner, que ganó a Milos Raonic por 6-7, 7-6, 6-4 y 6-3. Ayer también ganó el serbio Novak Djokovic ante el tenista japonés Kei Nishikori por 6-3, 3-6, 6-2 y 6-2.

El rival en semifinales de Wimbledon del exnúmero uno mundial será el número uno actual, un Rafa Nadal que necesitó cuatro horas y 52 minutos para deshacerse del siempre complicado argentino Juan Martín del Potro. El resultado final del encuentro habla a las claras de su dureza: 7-5, 6-7, 6-4, 6-4 y 6-4.