Ramón SOLA
DESDE LA GATERA DEL CALLEJÓN

Lo que hace que la fiesta no pare

Acaban los encierros y con ellos las cornadas, los golpes, los sustos, el alivio, el pánico, la sensación de vivir, los debates entre puristas y segurolas... Se acaban también trasnochar y madrugar, ambos dos a la vez, porque hay una virtud del encierro que no se valora suficientemente: es el acto que garantiza que la fiesta no pare en Iruñea durante 24 horas. Quienes prefieren la noche intentan alargarla al menos hasta las 8.00. Quienes prefieren el día tienen planazo desde las dianas de las 6.45 o en la Plaza a las 7.15. Si algo hace auténticamente especiales a los Sanfermines es esa hora bruja en que la fecha cambia pero la juerga permanece.